Una atleta extremeña parlando en catalá con una compañera barcelonesa, un aficionado alentando con un marcado acento gallego a una deportista de su tierra : "Demuestra los percebes que comemos" o toda una legión de vascos insuflándose ánimos incansablemente. Todo ello combinado confeccionó una singular visión del estado de las autonomías en torno al atletismo en Cáceres. El Campeonato de España infantil y de la Juventud de Campo a través convirtió las instalaciones de El Cuartillo en una particular Torre de Babel en la que el gran protagonista fue el deporte.

Varios centenares de deportistas se congregaron en la cita más importante de campo a través de la categoría. Nervios, ilusión, lágrimas, lipotimias... de todo hubo en una jornada apasionante. Desde las once de la matinal de ayer, una legión de futuras estrellas invadió el campo cacereño. La primera en elevar el ánimo extremeñista fue Tania Carretero. La de San Vicente de Alcántara lloró emocionada con su familia tras imponerse en la carrera inaugural, infantil femenino.

Los anfitriones no corrieron la misma suerte en la competición masculina. Entre los 20 primeros participantes no hubo ningún rostro extremeño. David Cabezas sí que parecía haber obtenido fuerzas extras del marisco de su Galicia natal. Pero los aplausos no estaban reservados para los dominadores. Los rezagados también sintieron el aliento de los aficionados al cruzar la meta. Unos serán estrellas el día de mañana; otros, no, pero todos ellos compartirán en el recuerdo su participación en el nacional en Cáceres del 2004.

Por selecciones

Entre carrera y carrera, los equipos autonómicos se concentraban en improvisados centros de reunión. Bastaba una bandera de su región, una pila de mochilas y sobre todo apoyos a todos sus compañeros.

Un globo con el logotipo del Consejo Superior de Deportes llamaba la atención por sí solo. Las autoridades lucían unas gorras poco diplomáticas en el palco, ya que el sofocante calor no dejó de acuciar en toda la mañana. José Ignacio Fernández, jefe del área de deportes de la Diputación de Cáceres, ejercía por enésima vez de alma mater de un evento de atletismo en la capital cacereña.

Esperando el comienzo de las carreras cadetes, el público se movía de un lado para otro buscando sus puntos estratégicos para animar a los suyos. Camisetas del Zaragoza, del Deportivo, gorras de Fernando Alonso con banderolas asturianas... todo junto dibujaba un bonito cuadro de diversidad autonómica, pero a la vez de fraternal compañerismo.

En cadete femenino, Galicia volvió a destacar con autoridad. Fue Pula Mayobre la que arrolló a sus rivales. Se mostró en cabeza desde el primer momento y poco a poco fue marcando su potente ritmo. En el furgón de cola chicas con menos resistencia se echaban la mano al estómago tras sufrir de flato. Una participante que se tuvo que parar por no dosificar lloraba sin consuelo mientras se acercaba a la meta. El que no lloró fue el extremeño Abel López. Venció con autoridad en cadete masculino y puso broche de oro al campeonato.