La vibrante jornada de ayer deja aún sin resolver la gran duda del momento: ¿dónde irá Fernando Alonso? El hecho de que el bicampeón del mundo del 2005 y 2006 haya quedado totalmente liberado de su contrato y, por tanto, no haya que abonar traspaso alguno por hacerse con sus servicios puede disparar las ofertas aunque, según han confirmado todas las fuentes (incluido el propio Michael Schumacher, que se lo comunicó en Oviedo al bicampeón), el único lugar vetado es Ferrari. Por el próximo y, al menos, dos años más.

Alonso tiene un sueño oculto, difícilmente realizable: correr con BMW, lo más parecido a McLaren y Ferrari. Esa oportunidad podría surgir en el 2009 cuando la fábrica alemana deje libre al polaco Robert Kubica, a quien no ha renovado aún.

La única posibilidad de que el piloto asturiano cumpla ahora su ilusión es que Ron Dennis, aconsejado por Mercedes, fiche a Nick Heidfeld, cuyo volante en BMW pasaría a ser de Alonso. Pero esa idea se antoja retorcida, pues todo indica que Dennis escogerá para sustituir a Alonso a otro alemán, Nico Rosberg, actual piloto de Williams e hijo del campeón de 1982, Keke Rosberg (Williams).

Flavio Briatore, jefazo de Renault, estuvo ayer reunido con sus abogados para hallar el modo de reconquistar a Alonso. Carlos Ghosn, presidente de Renault, le exige que logre patrocinadores para pagar la ficha del asturiano y añade una complicación más: quiere que firme por tres años, cosa complicada si Alonso sigue empeñado en pensar que el destino bueno es BMW.

10 millones

Si Fernando Alonso quisiera ganar dinero, mucho, firmaría mañana mismo por Toyota, que le ofrece 100 millones de euros por tres temporadas, pero ni su coche ni su organización le gustan. Además, Toyota decidió instalarse en Colonia y todos los ingenieros brillantes, ganadores, viven en los alrededores de Woking (Inglaterra), donde están casi todas las escuderías, y no quieren cambiarse.

Williams también le quiere, pero el mítico patrón Frank Williams no tiene ni un euro. Es más, en el año 2006, reconoció unas pérdidas de casi 50 millones de dólares. Ni con el dinero recibido de McLaren por el traspaso de Rosberg podría pagar a Alonso.

El magnate austriaco

La mayor tentación es la escudería del magnate austriaco de Red Bull, Dietrich Mateschitz, que podría forrar de oro a Alonso. Red Bull tiene dos túneles de viento para experimentar, piensa vender su parte de la escudería Toro Rosso para ganar presupuesto y cuenta con el mejor ingeniero del mundo, el británico Adrian Newey (ex de McLaren).

Además,.Alonso tiene en Red Bull a uno de sus grandes amigos en la F-1, Paul Monaghan, ingeniero de pista cuando ganó los dos títulos con Renault, aunque no parece que aspire ahora a mucho.