La Comisión de Control y Disciplina de la Uefa decidió ayer que el Inter de Milán juegue a puerta cerrada sus próximos seis partidos en competiciones europeas, los dos últimos condicionados, y multar al equipo con 300.000 francos suizos (193.376 euros), por los incidentes del pasado día 12 en la Liga de Campeones ante el Milán.

Según un comunicado de Uefa, que da la victoria del citado encuentro al Milán por 3-0 y por tanto clasifica a este equipo para las semifinales como ganador de la eliminatoria por 5-0, "los dos últimos partidos son provisionales en función de su comportamiento en los próximos tres años según el articulo 15 del reglamento disciplinario".

"Esto implica que si se produce otro altercado durante el periodo de prueba, la Comisión de Disciplina puede hacer que se aplique la sanción original, además del castigo que se le imponga por los incidentes del propio encuentro".

El Inter podrá recurrir la sanción durante los tres días siguientes a la fecha en que reciba por escrito esta resolución.

El equipo interista se ha salvado de quedar alejado de la próxima competición europea con una sanción que, le permite seguir vivo en Europa.

AMENAZA MAYOR El peligro de que el Inter fuera apartado de Europa un año era real, pues el club italiano es reincidente.

Lo era por hechos acontecidos ante dos clubes españoles: el Real Madrid y el Alavés. Así, el 2 de marzo de 1983, en el Inter de Milán-Real Madrid de ida de los cuartos de final de la Recopa de Europa, el partido se tuvo que suspender momentáneamente en el minuto 50, tras registrarse una lluvia de objetos contra los jugadores madridistas y el árbitro Tokat Talat.

El encuentro estuvo suspendido unos minutos, para después reanudarse y poder concluir (1-1). Pero, días después, la Comisión Disciplinaria de la UEFA, dictaminó el cierre del estadio interista durante dos partidos.

Casi trece años después, el 22 de febrero de 2001, en la vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA, con el Alavés como rival, el comportamiento de los hinchas interistas fue más penoso todavía.