Los teléfonos echan humo, antes y después de la decisiva y fracasada reunión del pasado jueves. La venta de la plaza del Cáceres en la LEB parece inminente en medio de un totum revolutum de versiones, polémicas y varios bandos en juego. Pasar a limpio tanta confusión no resulta sencillo, pero el damnificado aficionado medio demanda respuestas.

¿Por qué el Cáceres noquiere ceder su plaza?

El grupo de empresarios liderado por Pedro Núñez puso como condición para retomar el baloncesto de élite en la ciudad que el Cáceres le cediese los derechos de la LEB gratuitamente, una posibilidad que la Federación Española vería legal a efectos de competición. Los responsables verdinegros se negaron alegando que eso les pondría en riesgo de cometer "alzamiento de bienes", una figura jurídica que impide regalar activos que puedan ser reclamados por posibles acreedores. El Cáceres dice no tener deudas con jugadores ni técnicos, pero sí con algunos proveedores y con Seguridad Social y Hacienda. La cifra ronda los 60.000 euros (10 millones de pesetas), una cantidad que los empresarios no estarían dispuestos a asumir. Pero sobre todo está la amenaza de que acreedores del antiguo Basket Cáceres SAD ganen algún día un juicio por el que se considerase al actual club un sucesor fraudulento de la sociedad anónima en quiebra.

¿Por qué el grupo noquiere entrar en el club?

Núñez, Eduardo Chacón, Abelardo Martín y Fernández Alvarado desconfían precisamente de las cargas que pueda tener oculto el Cáceres y prefieren empezar de cero, ya sea con el otro club de la ciudad, el Ceres Basket, o en otro de nueva creación. Consideran que la estructura y la economía de la fundación que alberga al club están viciadas sin remedio posible y, pese a todas las alternativas ofrecidas, su postura es firme, aunque para ello tuviesen que pagar unos 30.000 euros a la Federación Española por el cambio de titularidad de la plaza.

¿Por qué la directivaactual no continúa?

Porque en la temporada que acaba de concluir, pese a controlar los gastos, no ha conseguido reunir el dinero suficiente para pagar sin problemas a los jugadores. El déficit ha sido de unos 140.000 euros (22 millones de pesetas), cubierto con la mitad del aval federativo. El Cáceres sugiere que desde el gobierno municipal se le prometió una subvención muy superior --lo que hubiese evitado el desfase--, mientras que el concejal de Deportes, Lázaro García, lo niega taxativamente. La respuesta fue la dimisión y el inexorable anuncio de venta si no aparecía nadie para suplirles en sus puestos.

¿Qué pasará tras laventa de la plaza?

Podría ser esta misma semana. La respuesta resulta impredecible y entra en el terreno de las hipótesis. El Cáceres continuaría con sus equipos de cantera, a los que podría mantener con los casi 300.000 euros que obtendría por la venta. El presidente, Felipe Fernández, se marchará, y está en duda la continuidad del gerente, Julio Espino. Es muy improbable que se admita la posibilidad de jugar en LEB-2. Por su parte, el Ceres sería el máximo representante de la ciudad en la élite y buscaría una plaza en la EBA, la cuarta categoría.