A nadie se le pasa por la cabeza repetir lo de hace un año, con un final de temporada en el que encadenó un mal resultado tras otro durante once semanas seguidas. No pasó apuros el Cacereño. Tampoco los pasará este año, pero tanto jugadores como directivos y aficionados están dolidos por la imagen que está dando el equipo y todos los rumores de las últimas semanas. La plantilla quiere enmendarse y para ello tiene cuatro jornadas por delante.

Cierto que los problemas en forma de lesiones han sido muchos. Y no se acaban, pues Mario Pizarraya, que el domingo se dislocó el hombro derecho (en el que ha sufrido tres intervenciones quirúrgicas), tiene difícil volver a jugar esta temporada. De momento, tiene por delante una semana de reposo. Después, ya se vera cómo evoluciona, aunque el propio jugador apenas alberga esperanzas.

Sobreponerse a las bajas (además de Pizarraya, Belforti, Miguel y José Ramón para esta jornada) y empezar a remontar el vuelo. Ese es el principal objetivo del Cacereño mañana ante La Roda (12.00 horas, Príncipe Felipe). Ya no hay ningún objetivo ambicioso, pero acabar lo más arriba posible es el premio. Y la séptima posición está a solo dos puntos. Accesible.

Seis derrotas en las siete últimas jornadas es la losa que oprime al CPC. Ahora tiene por delante dos partidos en casa para quitársela. Primero, mañana, ante La Roda, un rival directo del vecino Arroyo, a quien hasta ahora el conjunto verde no ha podido ayudar, aunque toda la plantilla tiene ganas de poder hacerlo. Después, el día 27, recibe al Guadalajara, uno de los grandes del grupo y aspirante al ascenso. En el siguiente compromiso tendrá otra vez la posibilidad de ayudar a los arroyanos y, por último, recibe al Cádiz, ante quien esta temporada hizo uno de sus mejores partidos. Cuatro citas para ayudar a muchos. Cuatro citas para ayudarse a sí mismo.