La decisión de la UEFA de cerrar el Vicente Calderón por dos partidos ha traspasado el ámbito deportivo y se ha convertido en una cuestión de Estado. José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, responderá a la carta que le envió Michel Platini, presidente de la UEFA, el pasado 6 de octubre en la que alerta de la situación problemática que se vive en algunos estadios españoles y de la actuación policial. En la misiva que se enviará desde la Moncloa se especificará que el Ejecutivo español colaborará siempre con la UEFA, pero no admitirá dudas sobre el comportamiento de la policía.

En medio de un ambiente de máxima presión, la UEFA podría dar un paso atrás y decidir aplazar la clausura del estadio rojiblanco, por lo que el encuentro ante el Liverpool se jugaría el miércoles en el feudo colchonero. La medida respondería a la imposibilidad por parte del Atlético de encontrar un campo alternativo. En esa decisión de la UEFA también pesaría la postura del Liverpool, reacio a jugar lejos del Calderón por los problemas de desplazamiento de sus aficionados.

Ayer el aplazamiento se dio por hecho oficiosamente, pero a última hora el portavoz de la UEFA, William Gaillard, lo desmintió. "Quiero dejar bien claro que todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre dónde se va a jugar el partido", aseguró, aunque el Atlético espera recibir hoy esa comunicación oficial.

APOYO TOTAL El Atlético no está solo. Las más altas instituciones políticas del país se han tomado muy en serio las duras críticas hacia la intervención de la policía en el Calderón. "Estoy con el Atlético y con la policía", manifestó ayer Zapatero, plenamente decidido a tomar cartas en el asunto y a dejar a las fuerzas de seguridad en el lugar que merecen.

Gaillard matizó que la carta que Platini envió a Zapatero no hacía referencia a los altercados del encuentro entre el Atlético y el Marsella. "Platini mandó una carta a Zapatero por la actuación de la policía en los estadios la temporada pasada", aseguró. También negó que la sanción al Atlético llegara exclusivamente por la denuncia del equipo francés, tal como sostiene el club rojiblanco.

"Eso no es exacto. Nunca la Comisión de Disciplina toma las declaraciones de una parte como base de una decisión. Es el conjunto, las quejas del Olympique, la respuesta del Atlético, los informes del delegado, árbitros y las evidencias audiovisuales", añadió el portavoz de la UEFA.

ACTUACION CORRECTA Unas acusaciones que no comparte la Delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid, que preside Soledad Mestre, y que irá hasta las últimas consecuencias. Ayer, le entregó a Enrique Cerezo, presidente del club rojiblanco, un informe en el que se recogen las actuaciones de los servicios de seguridad para el partido entre el Atlético y el Olympique. En él se informa de que 200 seguidores franceses fueron considerados "de alto riesgo". En dicho informe se habla de los pertinentes registros efectuados a los hinchas del Marsella en los aledaños del estadio rojiblanco.

Se recuerda que una persona, que fue detenida, "incita a un grupo de unos 60 ultras franceses a salir tras los agentes, retomando acciones violentas y volviendo a arrojar sillas". "En el informe hacemos saber que la policía tuvo una correctísima actuación y la seguridad privada del Atlético no tuvo ninguna intervención", declaró Mestre. El presidente de la UEFA mantiene que la actuación policial fue "desproporcionada". No lo cree así el Ministerio del Interior, que enviará a la UEFA el informe policial realizado tras los sucesos del Calderón, en el que se incluyen imágenes de televisión y de las cámaras de seguridad. "Mandaremos un vídeo a la UEFA para que vea a unos aficionados sacando las sillas y tirándoselas a la policía", declaró Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, firmemente decidido a trabajar con el Atlético para que le levanten la sanción. Algo similar espera Miguel Sebastián, Ministro de Industria, y seguidor del Atlético, que califica la sanción como "un atraco y un nuevo caso de persecución al Atlético y a toda España".

CUENTAS PENDIENTES Pese al posible aplazamiento de la sanción, en el club se mantiene la indignación. Enrique Cerezo reiteró que el recurso presentado por Marsella pasó por varias instituciones políticas francesas y fue presentado fuera de plazo. Tampoco se entiende que UEFA no valore los informes de sus delegados, el acta arbitral o las imágenes de la policía.

"Está claro que estamos pagando las cuentas pendientes que hay entre la policía y la propia UEFA. Se centran en nosotros porque con otros no pueden", declaró Enrique Cerezo. El dirigente aseguró que el equipo francés no hubiera dicho una sola palabra si hubiera empatado o ganado el encuentro, que terminó 2-1 para el Atlético. También disiente del supuesto maltrato que según los franceses recibieron unos seguidores minusválidos. "Los incidentes los crearon ellos. Había sillas de ruedas vacías y gente de pie", añadió Cerezo.

"Que la afición este tranquila, que no es justa esta primera decisión que ha tomado la UEFA, y espero que el viernes reflexionen y den un buena contestación al Atlético, a la policía española, ya que aquí nunca se ha producido una situación de racismo nunca", remarcó el presidente del Atlético de Madrid, visiblemente enojado.