La publicación, ayer en este periódico, de la visita de un colaborador del multimillonario ruso Suleiman Kerimov, dueño del Anzhi, a las instalaciones del Cacereño causó un fuerte impacto entre los seguidores verdes, a los que ha llenado de curiosidad. El emisario, el holandés Chima Onyeike, ya ha regresado a su país "hablando bien de lo visto" tras pasar tres días en la ciudad e incluso viendo al equipo en Don Benito. Se han sucedido distintas reuniones con el exfutbolista, que llegó a probar hace 11 años en el Badajoz, con el que hizo dos goles en un amistoso. J. M. O.