El artista británico Damien Hirst, conocido por sus instalaciones de animales conservados en formol, ha dado una vuelta más de tuerca con su última instalación, inaugurada ayer al público en la galería Gagosian, de Londres.

Hirst, que se ha hecho famoso con vacas y tiburones disecados y exhibidos en vitrinas como otras tantas obras de arte, presenta esta vez el tríptico La tranquilidad de la soledad , con ovejas muertas como protagonistas. Una aparece sentada en un inodoro, en actitud agónica, con una de las patas delanteras apoyada en el lavabo mientras en la otra lleva clavada una jeringa. Otra está colgado, mientras que la tercera parece vomitar en un retrete.