Dani Alves, defensa brasileño del Barcelona, reivindicó ayer el potencial futbolístico de su equipo más allá de las discusiones sobre la incidencia de los árbitros en la Liga, de las que huyó argumentando que buscar excusas en los colegiados "es propio de perdedores". Fiel a la filosofía que su entrenador, Pep Guardiola, ha intentado implantar en el vestuario, Alves recalcó que los resultados del equipo dependen de cuestiones futbolísticas --"si ganamos o perdemos, es culpa nuestra"-- y que los jugadores no piensan "que los árbitros puedan favorecer a uno u otro. Las excusas son de perdedores y nosotros nunca vamos a ponerlas".