Finalizada la temporada y a pesar de los negros nubarrones que se ciernen sobre el futuro del Spiuk, el director deportivo de la escuadra ciclista zafrense dice sentirse "muy tranquilo, satisfecho, contento y orgulloso con la temporada que hemos hecho. La actitud de los corredores y su trabajo, así como la seriedad con la que lo han realizado, me llenan de felicidad. Independientemente de los resultados, que no han sido nada malos precisamente, el trabajo de todo el grupo me ha encantado".

Pero quizás sea por aquello de que no hay dicha completa, el caso es que el Spiuk no tiene clara su continuidad. Al menos tal y como lo conocemos al día de hoy y con base en Extremadura. Rodríguez explica que "hace un par de meses o quizás algo más las cosas estaban mucho más claras para el 2006, con unos preacuerdos establecidos y todo en positivo. Es más, se habló incluso de la posibilidad de subir un escalón más y que Extremadura tuviese un equipo profesional continental. Pero ahora las cosas han cambiado y estamos en un compás de espera marcado por decisiones en materia de presupuestos".

Y es que el día de hoy no se tienen las cifras necesarias para garantizar la presencia del equipo extremeño en el pelotón profesional. La apuesta de Spiuk, muy valorada tanto por Alfonso Rodríguez como por el resto de componentes del equipo sigue siendo firme. A pesar de los cantos de sirena para que la firma apueste por un equipo en el País Vasco, la elección es Extremadura. Pero la región tendrá que asumir su parte. "La pelota está ahora en el tejado de Extremadura. El 70% del montante de la operación ya lo tenemos gracias a la confianza depositada en nosotros por parte del patrón y de la firma Spiuk. Pero el otro 30% tiene que salir de aquí a través de patrocinios".

Como el año pasado

El propio Alfonso Rodríguez reconoce que en el año ciclista que está a punto de finalizar ha sido clave esa aportación, cercana al 30%, que se consiguió en Extremadura y lo agradece. Pero insiste en que para el venidero hay que repetir como mínimo esas aportaciones desde aquí. Y confiesa que en la cara de los chavales se pinta "una especie de preocupación porque la verdad es que no saben cuál va a ser su futuro".

Sí lo saben los dos ciclistas que han salido proyectados del Spiuk a equipos grandes tras la gran temporada de la escuadra extremeña. "Me alegro mucho por Aitor y por Benítez. En el fondo yo vengo del ciclismo de escuela y es satisfactorio que seamos escaparate".