Esta tarde a partir de las cinco comienza a rodar el balón para el Mérida de Goran Milojevic en el estadio Mariano González de Navalcarnero, un campo cuya superficie es de césped artificial y de pequeñas dimensiones, algo que no favorece al juego que pretende imponer el propio Milojevic a su equipo. Sabedor de estas dificultades a lo largo de toda la temporada, pues los siete conjuntos canarios también tienen este tipo de superficie en sus respectivos campos, el técnico romano tiene claro que para terminar en lo más alto al final de la campaña "hay que ser muy fuertes en casa, es fundamental. También hay que intentar puntuar todo lo posible fuera".

Así, el técnico emeritense prevé una competición liguera muy competitiva, en la que "los rivales van a venir al estadio Romano a encerrarse y fuera se va a jugar mucho con juego directo, segundas jugadas y balón parado", es decir, que se podrá ver un Mérida distinto cada semana. A este respecto, el técnico tiene fe en su plantilla y afirma que "tenemos un equipo para adaptarnos a los dos tipos de juego, son jugadores que tienen mucha experiencia en Segunda División B y Segunda División, y no se arrugarán en ningún campo".

UN RIVAL FUERTE Con respecto al partido de esta tarde, Milojevic asegura que "va a ser muy difícil porque el Navalcarnero se ha reforzado muy bien, está muy adaptado al campo y estarán muy motivados por la llegada del Mérida en la primera jornada de liga", sin embargo, el entrenador es consciente de que "es muy importante empezar ganando por nosotros y también para la afición. Prefiero ganar con mal juego antes que caer derrotado, aunque el objetivo principal es jugar bien".

A pesar de las circunstancias que han rodeado al conjunto romano en el periodo estival, y "la intranquilidad con la que hemos trabajado a lo largo de la pretemporada por no tener cerrada la plantilla", Milojevic no descarta terminar temporada como campeón de grupo, lo que facilitaría sobremanera el ascenso.

Para el entrenador emeritense "mi objetivo principal, y así se lo digo a mis jugadores, es siempre dar el máximo, hay que ir a por todas, no hay nada que perder. El año pasado había que arriesgar en las últimas seis jornadas y nos salió bien hasta Ponferrada, ahora es distinto, hay por delante treinta y ocho jornadas, si estamos todos unidos podemos hacer grandes cosas y si al final terminamos primeros mucho mejor", sentenció.