La selección española regresó ayer a Madrid con tristeza, con semblantes serios, dormidos, después de descansar sólo cuatro horas esta madrugada en Bosnia y con la reflexión positiva de ver pletórico a Fernando Morientes y en cambio, comprobar que José Antonio Reyes sigue sin echar la puerta abajo del equipo nacional para asentarse.

"Morientes tiene que ser titular siempre". Lo apunta Elvir Balic, el bosnio que dio una alegría a su pueblo. Los bosnios celebraron de madrugada el empate ante España. El resultado les supo a victoria, salieron a la calle pitando con el claxon en sus coches.

A Luis Aragonés se le veía preocupado en un vuelo que duró tres horas. No para de insistir en que esta selección no sabe competir. Pero esta semana de concentración sí le ha servido para ver de cerca el grado de compromiso de sus futbolistas. Una historia es verlos por la tele o en la grada y otra bien distintas es tenerlos de cerca en el césped.

Luis llegó al cargo posiblemente con ganas de realizar algún cambio, pero al final se ha dado cuenta de que existen pocas combinaciones.

El éxito de Morientes fue evidente. Llegó este verano con el cartel de ser el mejor nueve de Europa. Y lo sigue siendo. A Luis Aragonés se le despejó una duda y Raúl siempre debe de estar al lado de Morientes, un futbolista que con los números en la mano demuestra que es rentable cien por cien. Y más aún con la selección.