Sobresaliente en matemáticas para Tiger Woods en St.Andrews, la Catedral del golf en donde el estadounidense de 29 años aumentó su número de títulos de Grand Slam a "10", al adjudicarse de principio a fin el 134 Abierto Británico, el segundo que coloca en su palmarés.

Tiger, en el culmen de su poder físico, salió a jugar la última vuelta calculadora en mano, consciente de que su juego mecánico calle, ´green´, calle, ´green´- no falla en St.Andrews y, además, bajo el paraguas de su ventaja inicial (2 golpes) en un día con poco viento.

Aunque menos robótico que cuando ganó hace cinco años su primer Abierto Británico en este mismo mítico recinto, con récord de 19 bajo par y sin caer en "bunker" alguno en 72 hoyos, Tiger no falló en mediciones, palos, distancias y alternativas en el marcador.

BANDERAS DIFICILES Dosificó su ventaja sin arriesgar en un día con banderas complicadas, obtuvo los "birdies" que su forma de jugar le facilita el campo; mantuvo a raya a sus perseguidores, entre ellos a José María Olazábal (tercero), y se llevó la Jarra de Plata con 14 bajo par y 5 de diferencia sobre el escocés Colin Montgomerie.

Después, metió sus bártulos en el petate y partió hacia su país con un "Grande" más y 1.080.000 dólares en la faltriquera, que le colocan líder en ganancias del circuito estadounidense y le afianzan otra vez en el liderato mundial.

El californiano nunca perdió un "Grande" cuando salió el último día como líder y así continuará la estadística. Tiger se convierte en el tercer jugador de la Historia que pone un doble dígito al número de victorias de Grand Slam, por detrás de Jack Nicklaus (dieciocho) y Walter Hagen (11), y es el segundo golfista en la historia del PGA Tour que gana cada uno de los cuatro "Grandes" más de una vez, al igual que hizo el citado Nicklaus, ya retirado desde el pasado viernes en St.Andrews.

Olazábal, que jugó con Tiger la última jornada, se vio incapaz de rebajar los dos golpes de renta del norteamericano. Tiger marcaba de cerca a Olazábal sin problemas, siempre jugando un palo más desde el "tee", y sólo el empeño del escocés Colin Montgomerie por no descolgarse de la ocasión de su vida de ganar un "Grande" mantuvo el interés casi hasta el hoyo 12. Después, con cuatro de ventaja sobre Olazábal y "Monty", el torneo prácticamente terminó.

GARCIA SIN OPCIONES García, en un pésimo día en los "greenes" (19 "putts" en los primeros 9 hoyos) se vio incapaz de remontar y acabó entregado. La llegada al hoyo 18 de Tiger fue espectacular. St.Andrews le despidió en 2000 como absoluto dominador y cinco años después se repite la historia pese a que el campo remodeló cinco hoyos para proporcionarle más longitud.

Tiger, después de un breve periodo de resultados menos brillantes, recobra en St.Andrews su papel de jugador ganador.