Deco quiso restarle trascendencia a la suplencia que se le intuye durante la pretemporada y abogó por esperar a ver si tiene sitio en el Barcelona antes de decidir sobre su futuro.

Deco, que se ha reintegrado a los entrenamientos tras abandonar la gira por Asia para viajar a Brasil por el nacimiento de un hijo, admitió sin embargo que si se confirmase el supuesto de quedarse fuera de los planes del técnico Frank Rijkaard se buscaría otro club.

De todos modos, el centrocampista lo único que aprecia por el momento es que debe "trabajar y luchar" y puntualizó que "nunca" le han regalado nada. Negó que esté en desventaja por su ausencia reciente, recordó que también se acaban de incorporar a los entrenamientos los jugadores que disputaron la Copa América --Leo Messi, Gabriel Milito y Rafa Márquez-- e insistió en que "la discusión sobre quien va a empezar es normal". "Lo más importante es que los que comiencen lo hagan bien, porque habrá muchos partidos y vamos a jugar todos", puntualizó el azulgrana.

El brasileño nacionalizado portugués recortó los diez días de ausencia a solo seis y, en cualquier caso, consideró que si no hubiese viajado le criticarían "por no ser un buen padre".

Otro asunto que zanjó fue el de su supuesto coqueteo con el Chelsea a través de unas declaraciones a la prensa británica. "Dije de Mourinho --técnico del conjunto londinense-- que ha sido un buen entrenador para mí, como Scolari o Rijkaard, pero no era ningún guiño", precisó.

EN MUNICH El Barça viajó ayer a Múnich, donde hoy jugará su último partido amistoso de pretemporada ante un renovado Bayern (18.00, TVE-1). En realidad, será la primera prueba realmente dura para el conjunto de Frank Rijkaard, que ha dejado en Barcelona a los declarados transferibles: Santi Ezquerro, Maxi López, Thiago Motta y Eidur Gudjohnsen.