Apareció Ousmane Dembélé por el campo de entrenamiento de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. Apareció el joven delantero francés junto a Juanjo Brau, el jefe de los fisioterapeutas del club azulgrana. No trabajó con el grupo, lo espera hacer dentro de dos semanas, pero ya ha empezado a tocar balón. Dembélé confía en poder acelerar los plazos de recuperación de su grave lesión muscular, que le tendrá inicialmente de baja hasta enero del 2018.

Golpeó el balón Dembélé con normalidad enfilando la recta final de su recuperación. Caía el joven francés lesionado en Getafe el pasado 16 de septiembre y los médicos fijaron su retorno para el nuevo año. Pero el joven francés, el fichaje más caro en la historia del club (105 millones pagó al Borussia Dortmund), está acelerando los plazos buscando llegar a tiempo de jugar el clásico contra el Madrid (23 de diciembre).

Sin correr riesgos

Pero los médicos azulgranas no quieren correr riesgos teniendo en cuenta la delicada lesión que padeció en el Coliseum Alfonso Pérez. Padeció Dembélé una rotura en el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda, por la que tuvo que ser intervenido en Finlandia por el doctor Sakari Orava, el mismo que operó en su día a Guardiola y Vermaelen, entre otros.

De momento, cumplidos casi dos y meses y medio de su lesión, Dembélé ya se ha reencontrado con el balón ansioso como anda por volver a jugar. Apenas participó en tres partidos antes de caer en Getafe. Debutó ante el Espanyol saliendo desde el banquillo (26 minutos y asistencia de gol a Luis Suárez), fue titular ante la Juventus (71 minutos) y repitió en el once ante el Getafe cuando solo pudo jugar 29 minutos.

Trabaja al máximo Dembélé para acortar esos plazos. Trabaja de lunes a sábado y solo tiene el domingo como día libre, lo que aprovechó para asistir al partido de su antiguo equipo, el Stade de Rennais ante el Nantes (2-1). Horas después ya estaba pisando el césped de la ciudad deportiva azulgrana.