El Deportivo de la Coruña y la Real Sociedad quieren certificar hoy su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones. Los coruñeses para ello deben ganar al AEK y esperar una victoria del Mónaco frente al PSV.

El Depor saltará al césped de Riazor, con muchas dudas sobre su motor Mauro Silva por una sobrecarga en los abductores. Para el enfrentamiento ante el AEK están descartados por lesión Tristán, Djalminha y Naybet, que no está recuperado de su esguince de tobillo.

Parece seguro que el media punta canario Valerón jugará desde el inicio, y que en la demarcación de interior izquierdo actuaría de salida Luque, superados sus problemas de amigdalitis, aunque también podría tener opciones el capitán Fran.

En el caso de que Mauro Silva no pudiera jugar este partido, su puesto lo ocuparía el argentino Aldo Duscher, que formaría el medio campo con Sergio.

El conjunto gallego nunca ha perdido con los equipos griegos en competición europea y sólo cedió un empate en Riazor con el Olympiakos hace un par de temporadas. Una estadística favorable que los coruñeses deben certificar sobre el terreno de juego y esperar a que el resultado de Mónaco le sea propicio para no pasar apuros en la última jornada de esta fase.

El AEK llega sin opciones de clasificarse para la siguiente ronda, con un sólo punto en cuatro encuentros, precisamente el que consiguieron contra el Deportivo de la Coruña en Grecia.

EVITAR LOS NERVIOS La Real Sociedad necesita certificar su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones en el campo de Olympiacos y no depender del resultado del último encuentro en Anoeta contra el Galatasaray, que acrecentaría el nerviosismo latente en el club por su mala clasificación en la Liga (16).

Un triunfo en Atenas otorgaría, además del pase a octavos, una importante cantidad de millones por superar el primer corte de la Champions, algo fundamental para mantener una potente plantilla, plagada de internacionales, que sí está a la altura de lo esperado en Europa.

Los guipuzcoanos apelan, por todo ello, a la transformación que sufren cuando disputan la Liga de Campeones, que les permite acariciar este objetivo y que en tres de los cuatro partidos jugados hasta el momento, con excepción del fiasco de Turín ante la Juventus, le ha hecho siempre mostrando un juego superior al de sus rivales.

Los helenos presentarán un equipo con algunas variaciones motivadas por las bajas, aunque la determinante es la de su estrella Djordjevic, tienen la duda de Stoltidis y lo único que parece seguro es la presencia en su ataque del ex barcelonista Giovanni y la nueva figura del Olympiacos, el uruguayo Nery Castillo.