Imágenes como las que ilustran este reportaje están siendo las más comunes a lo largo de toda la semana en Cáceres. Si algo está plasmándose con claridad durante la celebración del Campeonato de España de Selecciones Autonómicas Infantil y Cadete que se disputa en la ciudad extremeña y diversas localidades de su entorno es la enorme deportividad que se está produciendo entre los jugadores que lo disputan, al punto de alcanzarse el respeto mutuo más absoluto, muy por encima de la competitividad.

"¡Qué partidazo están haciendo!", se escuchó ayer en el pabellón Serrano Macayo. Extremadura, en su categoría infantil masculino, se imponía a Murcia (36-20) en duelo para los puestos 15 a 17. En la grada, todo era camaradería y ánimo bien entendido.

Mientras ello ocurría, el equipo cadete femenino caía en un entretenido duelo ante el combinado de Castilla León (23-31). En realidad, "da igual que ganen o que pierdan; lo bueno es ver sus caras y cómo se comportan en la pista", espetaba un padre mientras disfrutaba del espectáculo deportivo de primer orden que estaba degustando.

Para todos

Pero ocurría también en el V Centenario, en los pabellones de Casar de Cáceres, de Malpartida de Cáceres, del Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva, de El Vivero, el Multiusos... muy por encima del resultado, estaba el espíritu deportivo que ha fluido por todos los rincones de este campeonato nacional, al que ni siquiera el tiempo --el mal tiempo-- puede derrotar. Los desajustes lógicos están siendo salvados a base de trabajo y disponibilidad general.

Muy secundario se considera que Extremadura cayera ante Murcia (13-14) en infantil femenino en el pabellón de la Ciudad Deportiva en un duelo muy reñido. Las representantes regionales lo volverán a intentar hoy (17.30, V Centenario) ante el combinado de La Rioja. Se acerca el final del campeonato y todos están pendientes del resultado de su equipo, sí, pero también, y sobre todo, de disfrutar del deporte base, rey indiscutible de la semana.