Siempre es una fiesta la celebración de los Premios Espiga del Deporte. Una fiesta por todo lo alto para muchos. O por todo lo modesto. El apellido, 'impulso a la actividad física y el deporte', es inherente a la filosofía propia de los galardones y se explica por sí solo viendo el espíritu que, edición tras edición (y van diez), impera en la cita de la finca El Toril, en El Carrascalejo, cada mes de diciembre. Cuando se acerca el final de año Caja Rural de Extremadura organiza una cita que gana en relevancia, pero sobre todo en emoción.

Con el aditivo imprescindible ya del sempiterno Martín Fariñas como maestro de ceremonias, los galardones son la expresión más dulce y emotiva del deporte puro en Extremadura, con formalismos escasos y un antológico respeto. Ayer, las escenas expresivamente cariñosas de los chicos de la AD Bellotín, de Zafra; del formador pacense de judocas (y sobre todo personas) Francisco Javier Linde; de la gente del Club Pacense Voleibol; de Milagros Pérez, una monitora muy especial, tanto como la gente de Aspainca; o del jugador de tenis de Mesa Juan Bautista Pérez (44 años, mito viviente del antiguo Obrero Extremeño de Almendralejo) fueron definitorias de lo que son los 'Espiga'. Los ejemplos no terminarían nunca.

Aquí todos tienen su cabida: desde los responsables de la organización (el presidente, Román Prieto), hasta los políticos (Antonio Pedrera como director general de Deportes), pasando por los deportistas, los educadores... hasta los camareros que sirven el vino y el jamón de la tierra, ese que gana en los concuros del mismo nombre, pero de distinto apellido, que prepara con mimo la entidad. Hubo sorpresas, como que a la asociación Aprosuba 4 de Don Benito se le hiciera extensivo un cheque de 600 euros para que renueven el material deportivo que tiene ya cerca de 20 años de edad.

La fiesta, en fin, fue completa. Se dio el premio 'Gracias', a modo de "aplauso" a los citados Linde y Pérez Caro o el eterno entrenador de baloncesto y maestro emeritense Miguel Caballero.

El premio 'gordo' tuvo su implementación, este año, para dos conceptos distintos, por su funcionamiento, no por su espíritu: el colegio Santísimo Cristo de la Cañada, de Acehúche, que ha dado un giro a esta localidad cacereña, y el Club Pacense de Voleibol, capaz de revolucionar este deporte en Badajoz, hasta el punto de contabilizar ¡14! profesionales, con Seguridad Social incluida, en su seno.

Los protagonistas, los reales protagonistas de la bonita historia que se escribe cada año, mostraron su emoción. Todos. Sin excepción. Sin alardes, tampoco, pero siempre con el máximo respeto. Los áccesit, para Juan Bautista Pérez y El Bellotín. 1.500 euros cada uno. Los ganadores, 2.000 euros cada uno. ¿Dinero? No, no. Espíritu saludable de deporte.