Si por especial se entiende lo "singular o particular, que se diferencia de lo común o general", los deportistas extremeños con discapacidad lo son cada vez menos. Simplemente, porque cada vez más practican más deporte. No solo ya quienes tienen discapacidad física, cuya presencia a nadie sorprende en los más altos niveles de competición, sino también las personas con discapacidad intelectual.

En este último caso, como de costumbre, las cosas no son fáciles. Son muchas las dificultades que afronta este colectivo y en el camino a la normalización es la búsqueda de un empleo o alguna ocupación la principal prioridad. Pero poco a poco los avances que están experimentando les llevan a nuevos ámbitos, como el deportivo.

A más de uno puede parecerle que esto no es una novedad. De hecho, este año los Juegos Extremeños del Deporte Especial (Jedes) --como los Juegos Deportivos Extremeños (Judex)-- han cumplido 25 años. Pero el propio coordinador de ambas iniciativas, Darío Alvano, admite los problemas. Empezando por las características de la región, como la dispersión demográfica que provoca, explica: "que muchas veces ya nos cueste formar un equipo para Judex, más aun en Jedes, pero lo vamos logrando". Y siguiendo por los requisitos añadidos que supone el segundo caso, por ejemplo, "no solo necesitas un monitor, sino un medio de transporte adaptado, varios cuidadores, etcétera".

No obstante, Alvano defiende el gran esfuerzo que está haciendo la Administración regional para promocionar el deporte entre las personas con discapacidad. "Tiene que dejar de ser algo accesorio, no solo por sus beneficios para la salud, sino de todo tipo (relación, motivación...)", defiende. Este es el espíritu que guía el diseño de los Jedes, en los que cada vez se busca más variedad (este año se han sumado nuevas modalidades como el aerobic o la orientación) y más puntos de encuentro con los Judex (se intenta que algunas competiciones coincidan en el espacio y el tiempo, por ejemplo).

De este modo, las personas con discapacidad de Extremadura tienen un amplio programa de actividades durante todo el año. "Los Jedes no son solo la convivencia final, como se cree", destaca el coordinador, que asegura que se intenta dar continuidad al entrenamiento. Esto no es fácil, teniendo en cuenta que la mayoría de los deportistas están atendidos por asociaciones que no siempre cuentan con los medios apropiados para darles la oportunidad de entrenar de forma continua.

Pero esto no es ni mucho menos imposible. Así lo demuestran los miembros del Club Deportivo El Bellotín, creado en el marco de la asociación Aprosuba-1 de Zafra. Este año previsiblemente van a hacerse con el primer puesto del Ránking de Competición de la Federación Española de Deporte para Personas con Discapacidad Intelectual. Se trata de un campeonato en el que los deportistas compiten en diversas modalidades (atletismo, natación...), obteniendo diversas puntuaciones que después se van sumando.

Pero, más allá de los reconocimientos, para los entrenadores Pedro Guerrero y Mari Angeles Gil, cada entrenamiento es todo un éxito, por sus beneficios a los deportistas. Se trata de 41 personas con discapacidad intelectual que han encontrado en el Club El Bellotín una segunda familia que les acompaña a contactar con el agua de la piscina, por ejemplo, caso de José María González, todo un referente en la pista de fútbol sala que ahora anda perdiéndole el miedo al líquido elemento.

Si necesita motivación, quizá pueda fijarse en Rocío Macedo, la única persona con discapacidad que actualmente se aloja en la Residencia Estable para Deportistas de la Junta. Con 21 años, parálisis cerebral y una trayectoria espectacular (récord de España en lanzamiento de disco, campeona nacional en peso y disco...), esta alburquequeña ya se prepara para asistir al Mundial del 2011 y las Olimpiadas del año siguiente. Entretanto, se siente feliz por poder continuar sus estudios y entrenar.

"Es una más", dice su entrenador en la residencia, Javier Brazo, que coincide al destacar las virtudes de Rocío con su preparador de Alburquerque, Agustín Rubio. Este explica cómo el atletismo ha mejorado la movilidad de Rocío, que a su vez espera que su ejemplo sirva para que "otros con problemas, como yo, no se queden en casa y sus padres vean que puedan hacer cosas". Y ser cada vez menos especiales.