No podía ser de otra forma. La gélida tarde sufrida ayer en la capital autonómica, como en toda Extremadura, no hacía presagiar un derbi caliente, con goles. Y un derbi sin goles siempre parece menos derbi.

Horas antes del choque, una representación de ambas directivas compartía mesa y mantel en la plaza de España en el Círculo Emeritense, conocido popularmente como el Casino. Por parte del Mérida, el presidente, José Fouto Galván, junto a varios de sus vicepresidentes y directivos. Por parte del Badajoz, el presidente, Manuel Pérez Lozano, el propietario, Eloy Guerrero, y varios familiares de éste. "Más que un almuerzo entre directivas, ha sido un almuerzo muy familiar, pues tengo una gran amistad con la familia de Eloy Guerrero", reconocía Fouto en el Romano.

El menú, sencillo. Para abrir boca, unos entrantes. Después, arroz con marisco. Carabinero, concretamente. Finalmente, el postre y la copa.

Presencias y ausencias

En el palco, repleto de autoridades, pese a estar invitados, no estuvieron ninguno de los dos alcaldes, Pedro Acedo y Miguel Celdrán, aunque sí hubo presencia de varios concejales como el delegado de deportes del consistorio emeritense, Fernando Molina, y otros de la oposición como el portavoz, Angel Calle, amén de Saturnino González, que ayer pasó de la grada al palco.

La Junta de Extremadura estuvo representada por su vicepresidente, Ignacio Sánchez Amor, y por el director general de Deportes, Manuel Martínez Dávila. Entre otros, también se dejaron ver Tomares y Félix Castillo, expresidente del Badajoz.

En la grada, aparte de numerosos exjugadores y extécnicos de Mérida y Badajoz, tampoco se perdieron la cita el azulgrana Santi Amaro y el árbitro de Primera División Julián Rodríguez Santiago, que, por otra parte, es un habitual del Romano.

Como ya sucediera en el anterior derbi ante el Extremadura en el Romano, los jugadores de Mérida y Badajoz salieron al terreno de juego portando la enseña regional. En la grada, alguna pancarta de dudoso gusto: ´Bienvenidos de nuevo a España´ y alguna de reconocimiento: ´Belencoso. Gracias por todo. Peña Romana Benítez´. La grada, por cierto, recordó al nuevo delantero del Hospitalet coreando lo de Belengol .

En las gradas del Romano, también pudo verse a Javi Vicente, que el viernes por la tarde conoció que el Mérida no contaba con él. El madrileño ya tiene equipo. Jugará en el Móstoles, colista del grupo I de Segunda B. Su compañero, Andrés Torres, también descartado, según pudo saber este diario, parece dispuesto a cumplir su contrato hasta el 30 de junio aunque no juegue.

Feos detalles

Aparte de algunos cánticos, en ambas direcciones, que sobraron, algún ¿aficionado? local no supo respetar el minuto de silencio en memoria de Pedro Durán, padre de uno de los vicepresidentes del Mérida. En preferencia, aparte de una espectacular humareda amarilla, también sobraron los numerosos petardos que explotaron y que en algún caso hicieron peligrar la integridad física de otros aficionados que asistían pacíficamente al derbi.

Entre los incidentes, la Policía Nacional detuvo a un par de seguidores visitantes por destrozar numerosos asientos. A la conclusión del choque, lo peor. Un autocar de seguidores pacenses fue apedreado cuando abandonaba el estadio y sufrió la rotura de varias lunas.