Félix Campo no exteriorizaba su segura alegría cuando se retiraba del palco del Nuevo Vivero, aunque sí disfrutaba de uno de sus inseparables puros. Era su primer gran clásico como presidente del Cacereño y lo resolvió con una victoria que debe saberle a gloria a su proyecto. A su lado, Julio del Camino, que también debutaba en este tipo de encuentros, intentaba asumir con naturalidad la derrota. No le quedaba otro remedio. Para él, sacar la lectura positiva es tan fácil como mirar la clasificación.

Es uno más de la multitud de detalles que generó la reedición del gran derbi, una cita añorada por muchos y que respondió a las mejores expectativas. Para los cacereños mereció la pena esperar los 16 años que hacía que los dos clubs no coincidían en la misma categoría. A los verdes parece dárseles bien el Nuevo Vivero, donde ya hace dos temporadas ganaron al filial pacense (2-3) con gran protagonismo de uno de los destacados del encuentro de ayer, Enrique.

PASION Es el futbolista de Azuaga uno de esos jugadores a los que les ponen partidos como éste. Estuvo especialmente motivado y muy metido en todas las acciones del choque, rapidísimo en la banda derecha. En otro bando ocurría lo mismo con Dani, nacido en Cáceres y que se abre camino desde la cantera albinegra.

Sin embargo, no hacía falta ser extremeño para vivirlo intensamente: el andaluz Joaquín protagonizó una seria trifulca con los defensores locales y Traversa y Nico, ambos uruguayos e íntimos amigos, mantuvieron un secreto pulso que acabó en el terreno de juego. Hubo momentos de cierta tensión y el partido se encendió durante algunas fases, un poco a la antigua usanza, como cuando los Badajoz-Cacereño eran en el antiguo Vivero.

En la grada, otra buena noticia: hubo tranquilidad y no se registró ningún tipo de problemas. Los aficionados ultras, que durante la semana habían intercambiado amenazas en internet, fueron situados en extremos distintos del estadio. Muchos del Cacereño se perdieron el golazo de Gabi porque entraron tarde, acompañados por la policía. Aparte de miembros del Escuadrón Verdiblanco también hubo representación de la peña Los Castúos. En total, unos cien cacereños estuvieron presentes y animando constantemente. Al mediodía hubo un partido de fútbol y una comida de hermanamiento con seguidores del Badajoz en el parque de ocio Lusiberia, una muestra más del rollito sano que se respiró.

La iniciativa del Badajoz de invitar a las mujeres tuvo un excelente calado. Aparte de un mayor número de féminas de lo habitual, también se registró la presencia de numerosos notables del fútbol extremeño, como José Antonio Vázquez Bermejo, técnico del Jerez, o Mateo Prieto, entrenador del Mérida. También presenció el encuentro Javier Vidales, responsable del Pájara Playas, que jugó por la mañana en la capital autonómica.

PARA EL RECUERDO También era el primer derbi para Felines e Ismael Díaz, más acostumbrados a los Getafe-Leganés o a los Sporting-Oviedo, respectivamente. El asturiano se movió más en la banda, mientras que las instrucciones del madrileño tenían la rotundidad habitual. A su lado, su ayudante, Juanma Generelo, también vivía un día especial: en su caso, sí jugó varios Badajoz-Cacereño y ha dirigido a ambos equipos en algún momento de su carrera. Precisamente fue el técnico sustituido por Díaz hace un año. Ayer le tocó también el trago amargo.