La necesidad aprieta, también en casa del vecino. Con ese pensamiento llegarán Arroyo y Cacereño al derbi del domingo, un encuentro que empezaron a preparar ayer, pero en el que piensan desde el domingo tras una nueva derrota --de ambos-- que engorda su racha negativa.

Los dos llegarán al Municipal necesitados de tres puntos, pero sobre todo de un revulsivo que cambie sus dinámicas. Aunque los motivos de uno y otro son muy diferentes. Mientras que los arroyanos se ven cada vez más cerca del abismo del descenso (solo un punto le separa), los verdes sienten que se apagan sus opciones de meterse entre los cuatro primeros (el play off está ya a cuatro puntos).

Más de dos meses sin ganar. Ese es el doloroso dato del Arroyo. Desde que se impuso al Melilla el 8 de diciembre (2-0), el equipo que entrena José Francisco Grao Pato (desde mediados de enero) se ha dejado escapar 20 puntos. Solo ha sumado cuatro tras conseguir cuatro empates (y otras tantas derrotas) en las últimas ocho jornadas. Además, en ese tiempo ha visto como los equipos de abajo (Ecija, Sanluqueño, Córdoba, San Fernando, Almería B o Sevilla Atlético) han acelerado, lo que hace que en un pañuelo de ocho puntos haya ocho equipos tratando de evitar las cuatro plazas de descenso y la de promoción por la permanencia. Y solo tres lo conseguirán. El Arroyo, de momento, está entre ellos, aunque el margen de error es prácticamente inexistente.

SALIR DE LA UCI Por ese motivo el Arroyo necesita un cambio de rumbo urgente. Pato aboga por mantener la calma, aunque no niega la urgencia de volver a sumar los tres puntos de golpe. Un triunfo el domingo le serviría para coger impulso en su salto hacia arriba y cambiar el estado de ánimo de la plantilla. Una derrota no tendría por qué ser letal, pero dejaría al equipo en la UCI. Pato, en principio, tiene a todos sus jugadores disponibles.

Mientras, Angel Marcos recupera a Gonzalo, que no jugó ante el Albacete por sanción, y está pendiente de la evolución de Aarón, uno de los jugadores más importantes del equipo en los últimos meses, que no jugó el domingo por una distensión de ligamentos. En principio podrá jugar en Arroyo, aunque aún habrá que ver cómo responde a los entrenamientos de la semana.

Las necesidades del Cacereño no son tan acuciantes, aunque no puede permitirse más tropiezos si quiere seguir soñando. Los diez puntos que el CPC se ha dejado por el camino en las cuatro últimas jornadas hacen que el equipo y la afición empiecen a despertar del sueño del play off . Aunque quiere resistirse a acabar la temporada en tierra de nadie. Seis puntos le separan del cuarto, Cádiz (44 puntos). Diez del tercero, Cartagena (48). En medio, otros tres equipos peleando por meterse en esa guerra, Guadalajara (44), Linense (41) y Lucena (40); aunque Granada B (37) y Algeciras (36) se resisten a que les descarten ya. Muchos equipos peleando por muy pocas plazas.

REY DE LOS DERBIS La estadística jugará a favor del Cacereño el domingo. Primero, porque parece que los derbis son sus partidos. Desde que el 27 de septiembre del 2009 perdió con el Villanovense (1-2), ha disputado 18 encuentros de rivalidad regional, con trece victorias (ocho de ellas jugando a domicilio, cinco de las cuales acabaron 1-2) y cinco empates. Segundo, porque el equipo de Angel Marcos está respondiendo mejor a domicilio que en su campo: 21 puntos fuera por solo 17 en casa.