EXTREMADURA PLASENCIA - 65: Fran Robles (14), Dominick Martín (20), Kerry Blackhear (2), Jonathan Barceló (15) y Kris Clarkson (9) --cinco inicial--, Edward Santana (0) y Nacho Fort (2), Pedro Blázquez (3) y Adolfo Santos (0)

DUAR NAVARRA - 76: Chema González (4), Juan Labiano (5), José Aramburu (3), Iñaki Narros (20) y Ed Cage (5) --cinco inicial--, Alfredo Ott (18), Iñaki Sanz (5) y Raúl Narros (6).

ARBITROS: Luis Bey y Pedro Coladas. Bien. Dominick Martin se marchó eliminado con cinco faltas en el minuto 39.

MARCADOR POR CUARTOS: 14-22, 37-38 (descanso), 57-56 y 65-76 (final).

Es difícil encontrar argumentos para explicar lo inexplicable. Porque lo que anoche ocurrió en La Bombonera se escapa a cualquier sesudo análisis técnico-táctico que el más sabio de los mortales sepa hacer.

Que el deporte es un estado de ánimo se palpó en toda su plenitud en el partido de anoche. Navarra pelea por ascender y combatió con dignidad y aplomo a pesar de contar con tan sólo ocho jugadores. Plasencia debía ceñirse tan sólo al guión establecido pero una locura transitoria entre el tercer y el último cuarto le llevó a tener que jugarse su presencia en los play off nada más y nada menos que en Hospitalet, ya que Ourense venció al Palencia.

Desde el inicio se demostró que la tarea no sería fácil, pero los placentinos supieron aguantar el tirón inicial merced a un Martín que los mantuvo a flote, ocho abajo al acabar el primer cuarto (14-22).

El segundo sirvió para limar diferencias y para certificar la vuelta de Fran Robles, en la dirección y en acierto de tres que sirvieron para irse al descanso con una mínima desventaja (37-38). Este cuarto era un presagio de lo que podía pasar, con un Plasencia que durante unos minutos parecía estar en otra parte, ausente. El ambiente empezaba a enrarecerse.

A la vuelta de vestuarios, el Plasencia desniveló el encuentro de nuevo en forma de triples de Robles y a los ganchos de Martín. Un parcial de 8-0 llevó a dominar por diez de diferencia (54-44) a falta de dos minutos para el final del cuarto. Ñete dio refresco y protagonismo a otros actores, pero éstos no aceptaron el papel de secundarios y quisieron ganarse un Oscar en sus minutos de gloria. Resultado: 0-8 en menos de minuto y medio.

SE FRAGUA EL DESASTRE El impás entre cuartos no sirvió para refrescar ideas ya que a la vuelta un triple de Iñaki Narros dio alas a los suyos. Los navarros comenzaron a correr, con muchísimo orden, sabiendo lo que hacían. Los de verde miraban como lo hacían. Solo miraban, lo de anotar parece que no iba con ellos.

Siete minutos y cinco segundos tardo Plasencia en anotar para romper un parcial sonrojante de 1-22. No había nada que hacer. Con parciales así es imposible ganar, son inexplicables.

La voluntad de Kerry Blachsehar no le valió, acabó el partido con una valoración de -7. La anarquía de Kris Clarkson en defensa hizo muchísimo daño a los suyos. Santana ha vuelto, pero su mente parece estar todavía renqueante. La solvencia de Santos no apareció y el esfuerzo de Fort y Blázquez fue en vano, Darase sólo asusta, pero no muerde. Al final tan sólo la vergüenza torera de Barceló y los antes mencionados Martín y Robles, que jugaron tocados se escapan de la hecatombe. Al final un justo 65-76

Curioso caso el placentino que fue capaz durante muchas jornadas y con tan sólo siete hombres de estar peleando por ser primeros y ahora que el ejercito está completo las batallas se pierden. Pero todavía les queda por ganar la guerra. Toda una temporada sufriendo no merece que se muera en la orilla. Ñete tiene trabajo por delante esta semana, sólo falta que los alumnos hagan bien los deberes. El resultado se verá el próximo viernes en la cancha del Hospitalet a partir de las nueve de la noche.