ESPAÑA 57: Palau (8), Begoña García (-), Amaya Valdemoro (14), Ferragut (-), Pascua (5) --cinco inicial-- Jordana (2), Rosi Sánchez (7), Fernández (6) y Pons (10).

SERBIA Y MONTENEGRO 64: Kovacevic (10), Grubin (7), Drljaca (9), Tuvic (13), Jokovic (3) --cinco inicial-- Delmis (-), Stankovic (2), Mandic (11), Radunovic (2), Matovic (2) y Vilipic (3).

MARCADOR POR CUARTOS: 14-28, 29-46 (descanso), 43-60 y 57-64 (final).

ARBITROS: Ramos y Vinhaes. Eliminaron por faltas personales a Tuvic.

INCIDENCIAS: Tercera jornada del torneo Cáceres, Destino Turístico.

Inesperada derrota de la selección española de baloncesto femenino en la última jornada del torneo Cáceres Destino Turístico ante el combinado de Serbia y Montenegro (57-64). Paradójicamente, el cuadro español se hizo con el título, mientras que las plavi quedaron relegadas a la última plaza.

En segunda posición, con el mismo número de victorias que las jugadoras de Vicente Rodríguez, acabó Brasil, mientras que Ucrania terminó en el tercer escalón del podio. En el enfrentamiento entre ambas ayer, las suramericanas barrieron de la pista a su rival (87-53).

España no tuvo su tarde. No encontró su sitio sobre el parquet y echó de menos a Betty Cebrián, una de las piezas claves del cuadro nacional y que ayer no jugó ni un solo minuto.

Los experimentos puestos en práctica por Rodríguez ayer, lejos de dar su fruto se volvieron en contra en el primer tiempo. Las ventajas rozaban los 20 puntos, mientras Serbia y Montenegro disfrutaba de sus mejores minutos en el torneo. Al descanso se llegó con un concluyente 29-46.

Tras el descanso, España quería despegarse del juego insulso que hasta entonces había ofrecido, pero las luces y las sombras aparecían intermitentemente. Sólo fue en el último cuarto cuando Amaya Valdemoro --14 puntos-- impulsó a su equipo hasta colocarse a siete puntos en el epílogo (57-64, final). A España le faltó tiempo para que la reacción tomase cuerpo.

RIDICULO MONUMENTAL

A falta de siete minutos para el final, Laia Palau sufrió una lesión, quedando inmóvil sobre el parquet. Tras varios minutos de espera, tuvo que ser retirada en un... ¡tablón de madera! que tuvo que hacer las veces de camilla improvisada. La organización en ese aspecto no estuvo a la altura.