Clínicas Rincón - 77: Jhornan Zamora (5), Ernesto Díaz (11), Carlos Cobos (7), Ale Navajas (9) y Neznad Sinanovic (18) --quinteto inicial-- Conde (2), Pozas (2), Augusto Lima (8), Rafa Freire (3), Miguel Servera (3), Lorenzo y Pablo Movilla (9).

Cáceres 2016 - 54: Drew Naymick (4), Francis Sánchez (6), Lucio Angulo (12), Carlos Cherry (3) y Shawn Taggart (6) --quinteto inicial-- Perico Sala (1), Juan Sanguino (2), Gio Dedas (14), Alex González (2), Alex Forcada y Kaspars Berzins (4).

Arbitros: Martínez (Asturias) y Díaz (Canarias).

Marcador por cuartos: 16-10; 42-28, 56-40 y 77-54.

Incidencias: Partido disputado en el Pabellón de la Torre de Benagalbón ante 700 personas.

Volvió el Cáceres 2016 a perder con el Clínicas Rincón (77-54). El joven conjunto malagueño se le ha atravesado en esta temporada en dos ocasiones. En la primera vuelta, un extraordinario último cuarto del Clínicas le dejó sin victoria y ayer, el Cáceres firmó un mal partido en todas las facetas y fue siempre a remolque de su rival para acabar cayendo de forma clara y complicarse la recta final de la Liga LEB Oro donde quiere ser a menos noveno y ahora abandona ese puesto para ser décimo. El pívot local Neznad Sinanovic, que terminó con 38 de valoración, marcó diferencias en un encuentro en el que el Clínicas jugó mejor como conjunto frente a un Cáceres más anárquico que tuvo en Dedas a su jugador más desacado.

Gustavo Aranzana no entendía como sus jugadores estuvieron fuera del partido en todo momento y perdió todos los cuartos encontrándose a merced del rival y firmando porcentajes muy bajos y para más preocupación el partido fue retransmitido en directo por la televisión andaluza pero que se podía seguir en Extremadura. El Cáceres lejos de mejorar durante el transcurso del encuentro, fue empeorando.

Así, nunca estuvo por encima en el marcador y ya se veía que no iba ser su día en el tiro exterior. Las estadísticas fueron claras y aunque acabaron con un 40% en tiro de dos, en el primer cuarto sólo anotaron tres canastas en juego, mientras el filial del Unicaja necesitaba poco para dominar el partido. Sólo diez puntos en el primer cuarto y Lima, jugador de 19 años con minutos en el Unicaja, con un triple, cerraba ese período con seis puntos arriba para los malagueños. El dato es elocuente, Naymick, había anotado cuatro puntos en los primeros diez minutos, después no anotó nada más y se contagió del tono gris, más bien negro, de todos sus compañeros ante la desesperación de Aranzana que en cada tiempo muerto no sabía por donde corregir la empanada mental de su plantel.

SIN REACCION El segundo cuarto comenzaba igual, triple de Lima y el Cáceres perdido y corriendo tras el rival. Sólo Dedas, con ocho puntos parecía estrechar algo el marcador (19-15). Pero, el entusiasmo local y su buena selección de tiro hacían que Movilla y Navajas, con dos triples, colocaran la máxima ventaja hasta ese momento (25-15). Apareció la figura del grandullón Sinanovic. El bosnio de 222 centímetros anotó nueve puntos consecutivos para disparar el marcador 34-22. El Cáceres había mejorado en ataque, pero veían que su oponente era superior en el uno contra uno y todos los jugadores sumaban hasta firmar 26 puntos en el segundo cuarto, los dos últimos una penetración sobre la bocina de Ernesto Díaz (42-28).

Lejos de mejorar el cuadro extremeño, se fue del partido en el comienzo de la segunda parte. Un parcial de 6-0 hacía elevar al ventaja del Clínicas Rincón a la cifra siempre psicológica de 20 puntos arriba. El plantel verdinegro era un poema. Mirase por donde lo mirase. Pérdidas de balón, errores técnicos, desconcentración y unos porcentajes impropios de esta categoría. 17 de 42 en tiro de dos; 3 de 14 en triples o 11 de 16 en el tiro libre, condenaba al Cáceres a perder sin rechistar este partido.

Sólo Dedas y la casta de Angulo se salvaron de la quema, porque ni Francis Sánchez fue profeta en su tierra. Los seguidores que lo acompañaron dejaron ya de animar en el segundo cuarto viendo que su equipo no tenía el día. El Clínicas, como buen filial, capaz de lo mejor y de lo peor, no se relajó y mantuvo el tipo, llegando a acumular hasta 25 puntos de diferencia.