La petición de Josep Lluís Carod Rovira de que desde Cataluña no se apoye la candidatura olímpica de Madrid-2012 en respuesta al no a la selección catalana de hockey a hecho que prácticamente toda la clase política le desacredite públicamente. Los dos grandes partidos, PSOE y PP, han restado valor a sus palabras, aunque de distinta manera.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo ayer que la declaración del líder de Esquerra Republicana "no debe ser tomada muy en serio" y negó que su Gobierno haya presionado. "Hay una institución deportiva que ha resuelto esta cuestión y lo ha hecho con total autonomía e independencia, e intentar inferir de ello consecuencias políticas creo que está alejado del sentido común, del sentido mayoritario de la sociedad española sobre cómo deben entenderse estos asuntos. Me imagino que la declaración de Carod Rovira es un exabrupto o una declaración que no debe ser tomada muy en serio", explicó.

RAJOY Mientras, desde la oposición se aprovecha para atacar el pacto tripartito en Cataluña. El presidente del PP, Mariano Rajoy, culpó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al de la Generalitat, Pasqual Maragall, de que Carod Rovira sea un "foco de crispación" en asuntos como la candidatura olímpica de Madrid 2012, y añadió que esto sucede porque le han elegido como "socio de gobierno teniendo alternativas".

"¿A quién sirve, cuáles son los efectos positivos o qué se consigue afirmando que desde Cataluña no se va a apoyar candidatura de una ciudad como Madrid a los Juegos Olímpicos?", se preguntó Rajoy.