La Guardia Civil, concretamente el grupo de Fraude Económico y Blanqueo de Dineros, ha detenido a 34 personas en diversas ciudades españolas, entre ellas Badajoz y Cáceres, en una macro redada policial, denominada Operación Futures, y que se estaba investigando desde hace más de un año. Los arrestados se dedicaban al amaño de partidos de tenis, para favorecer las apuestas vía internet, en al menos 17 torneos celebrados tanto en España como en Portugal.

La Operación Futures --denominación con la que se ha bautizado la acción del Instituto Armado-- se ha llevado a cabo en las provincias de Madrid, Sevilla, A Coruña, Pontevedra, Córdoba, Almería, Huelva, Cádiz, Barcelona, Cáceres, Badajoz y Ciudad Real. Hay seis tenistas(cuyos nombres todavía no han trascendido) entre las 34 personas arrestadas por la Guardia Civil.

AVISO INTERNACIONAL

La investigación se inició tras recibir la Guardia Civil una información de la TIU (Tenis Integrity United), el organismo internacional que se encarga de velar por la integridad en el mundo del tenis. En la alerta se informaba a los agentes policiales de un intento de corrupción en un torneo. Las pesquisas determinaron que en diferentes partidos se utilizaba la figura de un intermediario, que era quien hablaba con los tenistas para amañar el resultado, favorecer la apuesta y así obtener un porcentaje de las ganancias.

La Guardia Civil determinó la existencia de apuestas ilegales en 17 torneos celebrados en Sevilla, Huelva, Tarragona, Madrid y Oporto, aunque la investigación sigue abierta para saber si hay más eventos implicados. El principal sospechoso y uno de los arrestados es un tenista, que hace hacía las veces de intermediario. Esta persona era quien contactaba con los jugadores, quien les hablaba del porcentaje que obtendrían por el amaño y quien les explicaba cómo hacer las trampas; principalmente perder determinados juegos bajo su servicio.

LOS DELITOS

El intermediario, si el tenista con el que contactaba se resistía al amaño, llegaba a ofrecerle el doble o el triple de la primera propuesta. Cuando el jugador accedía a la trampa entraba en la mensajería instantánea que había creado la red y entraba en contacto con familiares y amigos, posibilitando así el aumento de las ganancias por las apuestas recibidas.

A los detenidos se les imputa delitos de estafa, corrupción entre particulares y pertenencia a organización criminal. Las ganancias logradas superan el medio millón de euros.