David Mateos Rocha y Alvaro Gómez de la Peña son dos de los últimos productos de la cantera del Cacereño. Uno, Rocha, pese a ser más joven, tiene mayor experiencia en el primer equipo, pues debutó hace dos temporadas con el primer equipo. Fue en un Extremadura B-Cacereño hace dos temporadas de la mano de Angel Marcos. El otro, Alvaro, debutó hace quince días con la elástica del equipo grande frente al Ceuta con Ismael Díaz como padrino . Ambos representan a la nueva hornada ofensiva de la política del club verde, que pretende que la fortaleza de sus proyectos esté apoyada en la cantera y que su vocación sea atacante.

Ambos tienen los pies en el suelo y aseguran que es importante estar donde están, pero "lo más importante es el trabajo de cada día y seguir aprendiendo".

DOS CAMINOS DISTINTOS

Si en su presente y en el futuro más inmediato parecen ir de la mano, los prolegómenos a su llegada al equipo de Ismael Díaz han sido muy diferente. Rocha ha mamado el sentimiento verde desde niño y amasa entre sus fortunas los tres grandes éxitos del Cacereño en la era Félix Campo: los ascensos a Segunda B del primer equipo, a Tercera del filial y a División de Honor en juveniles. En los tres casos y en mayor o menor medida Rocha tuvo algo que ver. Por contra, Alvaro llega por motivos bien diferentes, pues ha sido la carrera de Derecho la que le llevó desde Badajoz al Cacereño. El año pasado demostró sus dotes goleadoras en el filial con 14 goles en 13 partidos antes de parar por motivos de estudios y con permiso del club.

Respecto a la situación que vive el Cacereño en la tabla, Rocha se muestra esperanzado: "si seguimos jugando así, los resultados llegarán y jugando bien ganaremos más veces que perderemos". Por su parte, Alvaro intentará "ayudar en los minutos que tenga y trataré de hacer goles, pues siempre los hice".