Las dos últimas derrotas han enfriado un poco el ambiente en el Mérida, que ha visto cómo la igualdad reinante en el grupo IV de Segunda B le ha situado drásticamente en el duodécimo puesto (24 puntos). Sin embargo, está siendo indudablemente el mejor equipo extremeño y otro par de resultados positivos le pondrían de nuevo en órbita para luchar por la liguilla de ascenso. Eso, si no sufre más arbitrajes llamativos como el de Linares, cuando acabó con siete.