«Es circunstancial, hay mucha igualdad», dice con la máxima humildad Miguel Ángel Ávila, entrenador del Diocesano, el primero de la otra liga, en la que están los equipos que pelean por la permanencia. Y en la cumbre de esa competición de los humildes, el conjunto cacereño que se ha estrenado esta temporada en la categoría. Por encima del Dioce solo están los siete equipos que pelearán por las cuatro plazas de play off.

«Tiene un mérito tremendo está ahí en la jornada 13, pero hay mucha igualdad», repite Ávila, que habla de la ilusión de sus jugadores como factor clave para sumar ya 16 puntos. «El objetivo es la salvación y por eso, más que mirar el octavo puesto que ahora ocupamos, lo que hay que ver es la distancia con el descenso». Ahora, 7 puntos.

La permanencia en Tercera en las cuatro últimas temporadas ha estado entre los 31 y los 35 puntos y el Diocesano ha alcanzado ya casi la mitad. Pero no hay confianza. Falta la otra mitad, o incluso más, para poder darse por satisfechos, recuerda el técnico. «Si continúa esta igualdad puede que con menos de 40 puntos esté la permanencia», dice Ávila, que no olvida que el camino que queda es aún «muy largo» y por eso, recuerda, hay que seguir «centrados».

Cuatro victorias (una al Azuaga, socio del furgón de cabeza), cuatro empates y cinco derrotas son los números del Diocesano después de que se haya disputado el primer tercio de temporada. Ha sumado en las tres últimas jornadas, el domingo de forma contundente ante el Arroyo (1-3). «Teníamos muchas ganas porque el anterior partido -1-1 en casa contra el Pueblonuevo- nos dejó mal sabor. Jugamos exactamente igual, la diferencia es que contra el Arroyo hubo más acierto».

Más competitivos

Habla Ávila de estados de ánimo y el de su plantilla es ahora bueno. Tras superar las primeras semanas de adaptación a la Tercera, el Diocesano se muestra ahora mucho más competitivo. «Hemos dado un salto en ese aspecto, ahora podemos competir con cualquiera», dice satisfecho el técnico colegial. Falta le va a hacer, pues en las dos próximas jornadas se medirá a dos de los grandes del grupo, Don Benito este domingo en los campos federativos Manuel Sánchez Delgado (16.30 horas) y el Cacereño dentro de trece días en un escenario aún por definir, pues el Príncipe Felipe estará ‘fuera de servicio’ durante el próximo mes.

Ávila tira de la doctrina cholista y asegura que él solo piensa en el próximo partido, «solo pienso en hacer una buena semana de entrenamientos». Sabe el técnico cacereño que el Don Benito llega en un buen momento y con la moral por las nubes tras ganar sus tres últimos partidos (Jerez, Azuaga y 7-0 al Santa Amalia el pasado domingo), pero su momento también es óptimo. «Moralmente tenemos muchas ganas de ver si podemos plantar cara a uno de los grandes».

Vuelve el entrenador del Diocesano a la igualdad del grupo, al menos entre los de abajo, y recuerda que «no hay tanta diferencia entre nosotros y el último», ahora el Santa Amalia. «Todo va en función del momento anímico que cada uno atraviese», y el de sus jugadores es ahora óptimo para enfrentarse al cualquier rival.

Está satisfecho con la respuesta de la afición -«los incondicionales nunca falla»-, pero claro, confiesa que le gustaría que fuesen más, muchos más. «El futbolista se siente más importante cuanta más gente haya en la grada», explica Ávila, que invita a los aficionados a seguirlos «porque el nuestro es un fútbol vistoso».