El Diocesano volvió a la senda de la victoria en Casarrubuelos (0-2) tras dos partidos sin sumar los tres puntos, si bien es cierto que contra rivales de la parte alta de la clasificación como el Atlético de Madrid y el Getafe.

En la decimosegunda jornada de liga, los cacereños visitaban el Atlético Casarrubuelos. El partido contra madrileños, colistas y aún sin conocer la victoría, parecía la mejor oportunidad para revertir la racha negativa de los últimos partidos y volver a mirar hacia arriba en la tabla.

Los chicos de Adolfo Senso no desaprovecharon la ocasión. Saltaron al césped concentrados, con la cabeza puesta en los tres puntos y sin dejar que la confianza por jugar ante el colista les llevara al exceso de relajación.

Los visitantes dominaron la posesión del balón y gozaron de las mayoría de oportunidades de gol del encuentro. En dos ocasiones los cacereños consiguieron batir al guardameta local, situando el 0-2 al marcador.

Los tantos fueron anotados en el segundo tiempo por Marcos en los minutos 66 y 75, que hace justamente dos semanas perdió a su padre. Ayer por supuesto le dedicó sus dos tantos en una tarde emocionante para el futbolista pacense, que ya acumula cinco goles en lo que va de campeonato. Ayer era baja Pablo Margallo, sancionado por acumulación de amonestaciones.

Un resultado que se queda un poco corto después de lo demostrado por el Diocesano sobre el terreno de juego. Tras esta clara victoria, los cacereños se consolidan en la parte noble de la clasificación y remotan el vuelo hasta situarse en la sexta posición, empatados a puntos con el Rayo Majadahonda y el Almendralejo, que aún debe jugar su partido. Será hoy en Aravaca y los de Angelito esperan sacar algo positivo para seguir por delante de los cacereños del Diocesano en la particular liga de los dos conjuntos extremeños de la élite del fútbol juvenil.

Circunstancialmente, y a falta de que concluya la jornada, el Diocesano se acostó anoche en el sexto puesto de la clasificación de este grupo de la élite.