Jornada agridulce para los clubs extremeños de Segunda División B. Tres victorias, un empate con sabor a triunfo y una derrota ha sido el balance final.

El Badajoz no pudo recuperar el liderato, pero su meritorio y autoritario triunfo en Jaén del viernes le consolida en la segunda posición, aunque durante dos días fue líder, hasta que el Pájara Playas se impusiera al Ecija y conservara la primera posición. El equipo de Felines se restableció bien de su traspié ante el Melilla en casa y, con goles de Bouba y Josemi, firmó un 0-2 incontestable.

Por orden de clasificación, el Jerez sigue mereciendo todos los elogios. Con ocho bajas de sus hombres importantes, logró un punto ante el Vecindario, tercero en la tabla, gracias, eso sí, a un gol afortunado en los últimos instantes. Aunque fuera de los cuatro primeros, la trayectoria de los de José Antonio Vázquez Bermejo sigue siendo impresionante, dadas las posibilidades económicas con las que, temporada a temporada, inicia la competición liguera. Los verdinegros son séptimos, con 15 puntos.

AGRUPADOS ABAJO

Mirando la tabla clasificatoria, vemos un dato preocupante: de los cinco últimos de la tabla, cuatro de ellos son representantes extremeños, todos con un pobre balance de ocho puntos. El Extremadura, que empezó bien, está ahora en esa coyuntura después de haber perdido por 0-1 ante el Linares. Digan lo que digan, los problemas económicos siempre se reflejan en el terreno de juego. Pese a ello, los azulgrana tienen calidad de sobra para remontar el vuelo.

El Cacereño logró su segundo éxito consecutivo en casa, gracias a una trabajadísima victoria ante el Marbella. En los verdes la noticia fue el primer gol anotado por Joaquín, con celebración dedicada a la grada. El delantero andaluz ve reforzada así su moral, aunque su gesto, reflejado con claridad en la edición de hoy de este diario, le pueda granjear alguna antipatía. Bueno es que los futbolistas demuestren su valía en el campo, que es donde deben triunfar, aunque en algún momento su expresividad les juegue malas pasadas.

El Villanovense consiguió, por fin, su primer triunfo. El equipo serón lo hizo, además, a lo grande, ante uno de los equipos más importantes de la Liga, el Ceuta. La modestia serona no es obstáculo para ir progresando. Ahora están con ocho puntos, los mismos que el Cacereño.

Penúltimo, también con ocho puntos en su haber, está situado el Mérida de Ricardo Fernández. El problema de los romanos parece estar, sobre todo, fuera de casa, coyuntura en la que todavía no han conseguido siquiera un punto. El nerviosismo se puede apoderar ahora del equipo, que está dando muy pocas sensaciones de mirar más alto.

Las próximas jornadas serán muy importantes para ver si los nuestros reaccionan. Por encima de la barrera de los ocho puntos, están los de 11, con el Betis B y el Jaén y bueno sería no ceder mucho más si no quieren continuar en la zona de abajo, con todo lo que ello supone de presión añadida. En este sentido, puede ser vital un Ecija-Cacereño el próximo viernes (19.00 horas, La 2), ya que los sevillanos están ahora con 12 puntos. Perder sería un paso atrás muy importante. Ganar, por el contrario, ejercería de respiro.