La afición del Díter Zafra, que se desplazó en un número cercano a los 500 seguidores en autobuses y coches particulares, disfrutó como nunca con su equipo, animándolo en todo momento y festejando la victoria de la permanencia.

En el lado contrario, los seguidores del Badajoz, que hicieron un pasillo a los jugadores, acabaron decepcionados con el juego y con la derrota.