Ismael Díaz, técnico del Cacereño, se mostraba contrariado tras el tropiezo de su equipo y basaba sus argumentos en que "ya había empezado todo mal con las ausencias que teníamos en la línea de flotación y con la lesión de Diego Morgado en el calentamiento. Pese a todo, salimos a por el rival y controlamos el juego hasta la jugada decisiva de la expulsión. Aún con todas esas adversidades, luchamos con convicción y creímos en nuestras posibilidades".

El entrenador verde no arroja la toalla y sigue creyendo en salvar la categoría, "aunque ahora ha pasado una jornada más y todo sigue igual. Quedan quince puntos en juego y estamos a dos de nuestro máximo rival".

De su rival, Díaz comentó que "han jugado conforme al guión. El Badajoz jugaba el partido desde una posición más cómoda y a su estilo de juego le venía bien nuestra forma de jugar para esperarnos atrás y salir a la contra, pero me hubiera gustado saber que hubiera pasado con once para once, porque la actuación arbitral ha resultado decisiva".

GENERELO Por su parte, el técnico del conjunto pacense, Juan Manuel Generelo, aseguró que ambos equipos "se jugaban mucho en el encuentro, pero con distintos objetivos. Ellos estaban más presionados y nosotros hemos sabido jugar nuestras bazas. El Badajoz está cogiendo cada día más ganas y confianza y se está notando cada domingo en los resultados".

Respecto al dominio en el juego, el preparador albinegro señaló que "llevamos el peso del partido y salvo diez minutos malos que tuvimos en la segunda mitad en los que nos relajamos con el 0-1, siempre manejamos el partido. Nuestra intención era haber sentenciado en alguna de las ocasiones que tuvimos, pero sabíamos que el Cacereño había marcado goles en los últimos minutos o en algún rebote..."

De la situación del rival, Generelo comentó que habló con algunos futbolistas "que son amigos y estaban con ganas después de haber roto una racha de muchas derrotas seguidas en las que salían atenazados".