Si una cosa buena tiene la Vuelta Ciclista a España, sobre todo para el inagotable aficionado ciclista, es que nunca aburre. Entre otras cosas, a diferencia de lo que viene sucediendo estos últimos años en el inalcanzable Tour de Francia, porque aquí nunca hay un candidato claro, único, al triunfo final. A tres semanas de la conclusión de la ronda española, casi habría que tener dotes de adivino para acertar el ganador en Madrid, el domingo 26 de septiembre. Aunque parece claro, con la excepción de Alejandro Valverde, que no fue al Tour, que el gran triunfador será, seguramente, uno de los múltiples corredores suspendidos en julio. La Vuelta les examina. Con rigor. Aquí están muchos de los que perecieron bajo el yugo de Lance Armstrong. El, en cambio, está en Tejas, con su estimada Sheryl Crow. Sólo le interesa el Tour.

Pero la Vuelta, que se inicia hoy con una contrarreloj por equipos en León, con la bendición del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha atraído desde los nuevos valores del ciclismo mundial (Damiano Cunego, vencedor del Giro), pasando por quien debía ser el gran rival de Armstrong hasta que se hundió en el Tour tras fallecer su perro (Tyler Hamilton), a los españoles más entusiasmados con la ronda española (Roberto Heras, el último ganador), hasta el extranjero más en forma (Alexandre Vinokurov). Eso sí, sin olvidarse de Joseba Beloki, que parece por primera vez recuperado de su brutal caída en el Tour del 2003, o Carlos Sastre, o Haimar Zubeldia; todos los españoles... menos Iban Mayo, oficialmente con mononucleosis, aunque fuertemente enemistado con su equipo.

EL SUR Y, también, cuando se habla de la Vuelta es necesario hacer mención de la belleza y gallardía de su montaña. Este año no hay ni cumbres asturianas (Angliru o Lagos), ni Pirineos. Da igual. Hay montaña para regalar, sobre todo una cuesta, maravillosa, magnífica, pero también cruel, enigmática y durísima. El ascenso al inédito observatorio de Calar Alto, en Almería, una cuesta que los cicloturistas andaluces denominan El Infierno del Sur, previsto para el jueves, día 16, y que promete ser la subida más atractiva de la prueba. Se trata de 22 kilómetros, con llegada a 2.210 metros de altitud, sin una sombra. Como haga calor puede ser una ascensión inolvidable para el espectador y los ciclistas.

Por lo demás, habrá duelo en los esprints (Freire, Petacchi y Zabel) y tres contrarrelojes (una de ellas en cronoescalada a Sierra Nevada). La última se disputará en el mismísimo Madrid.

LA VUELTA REGIONAL Los extremeños tendrán un aliciente extra para seguir de cerca las dos primeras semanas de competición. Y es que podrán ver en vivo el desarrollo de un momento decisivo, cuando a falta de cuatro días la carrera atraviese casi de sur a norte la comunidad. Los puertos anteriores al final de etapa en La Covatilla --Piornal y Honduras-- pueden decidir muchas cosas. Habrá, además, dos ciclistas nacidos en la región: José Antonio Pecharromán y Julián Sánchez Pimienta.