Félix Campo volvió ayer a hablar en un medio de comunicación cacereño después de al menos tres meses sin hacerlo. Lo hizo en la Ser, en la práctica al único al que le devuelve las llamadas. El presidente del Cacereño repasó en su intervención los asuntos que preocupan en el entorno del club durante los últimos meses y aprovechó para anunciar que el domingo culminará otro regreso , ya que también comparecerá en el estadio para un partido por primera vez desde que se inició la pretemporada.

Campo, en el mismo estilo pausado y parco en palabras que le caracteriza, no pareció preocupado por la concentración de aficionados que se ha convocado ese mismo día para protestar por su gestión. "Yo admito todas las opiniones siempre que se realicen con corrección y educación", indicó. Como publicó ayer este diario, las peñas se reunieron el miércoles para crear una plataforma en contra del presidente y máximo accionista del Cacereño, al que llegó hace ya cuatro años y medio.

Apoyo a Plaza

El dirigente explicó que todavía no ha presenciado ningún partido de su equipo esta temporada porque sus negocios le han obligado a salir del país. Sobre el negativo inicio de la competición, en el que el Cacereño ha perdido los dos partidos que ha disputado, prefirió restarle importancia, decir que queda todavía mucha competición por delante y aprovechó para halagar el trabajo que está realizando el entrenador, Bernardo Plaza. Sobre el incidente que éste mantuvo con un aficionado cacereño el pasado domingo --se le acusa de insultarle, retarle y hacerle un gesto obsceno--, Campo respondió que recabará la versión del preparador.

En otra intervención llamativa se refirió a la frustrada venta del club el pasado verano a Antonio Martínez Doblas y Angel Marcos. "Eso es una calumnia. Nunca he querido vender el Cacereño. No me reuní con nadie para cerrar ningún trato", aseguró.

Para terminar, también tuvo lo suyo para la prensa: ¿por qué sólo devuelve las llamadas a la Ser?: "Otros no se lo merecen", respondió.