La décima etapa del Dakar tuvo más color español que nunca. El piloto barcelonés Marc Coma volvió a imponerse en la categoría de motos, repitiendo el triunfo logrado 24 horas antes, y el madrileño Carlos Sainz se adjudicó su primer triunfo parcial en la carrera, que le permitió reforzar su posición de líder en la categoría de coches.

"Continuamos hablando en la pista", se reivindicó, una vez más, Coma tras adjudicarse su cuarto triunfo parcial de este Dakar, obstinado en llevar adelante su particular guerra de ganar cuantas más etapas mejor, ya que la penalización de seis horas tras la polémica con el neumático trasero de su KTM, lo ha apartado de la lucha por la general. "Dentro de lo jodido que estamos, lo mejor que se podía hacer es esto", indicó Coma, 17º en la general, a casi siete horas del líder, Cyiril Despres. El piloto admitió que le cuesta motivarse antes de cada jornada.

REGRESO A ARGENTINA Para el piloto madrileño Carlos Sainz, la décima etapa también sirvió para ampliar ligeramente su ventaja al frente de la prueba. Sainz (Volkswagen) avanzó ayer al francés Stephane Peterhansel (BMW) en 28 segundos y al estadounidense Mark Miller (Volkswagen), tercero. El qatarí Nasser Al Attiyah, compañero de equipo de Sainz, entró a un minuto y 40 segundos y ahora está a más de 10 minutos en la general, después de que éste consiguiera recortar más de seis minutos en la etapa previa. "Lo más importante es que ha pasado una jornada más y vamos descontado", indicó feliz Sainz, aunque envió un mensaje de cuatela y recordó que aún quedan "cuatro días difíciles y largos" para finalizar. El Dakar se despidió ayer temporalmente de la arena y las dunas en una larga etapa de 586 kilómetros entre la Serna y Santiago, que concluyó a las puertas de la capital chilena y hoy, en la 11 etapa, cruzará de nuevo la frontera para volver a territorio argentino por el paso los Libertadores, a 3.500 metros de altitud.