El techo corredizo de las pistas Vodafone y Laver se cerró por el intenso calor, y eso condenó a Juan Carlos Ferrero y a María Antonia Sánchez Lorenzo en la tercera ronda del Abierto de Australia.

El excesivo calor obligó a cambiar las condiciones de juego y pasar de jugar al aire libre a hacerlo en pista cubierta con los dos techos corredizos extendidos. Y a los dos les fue fatal, porque Ferrero cayó ante el alemán Nicolas Kiefer por 6-3, 6-2, 5-7 y 6-2 en dos horas y 57 minutos, en un partido en el que además el valenciano tuvo de nuevo problemas de abdominales.

Pero a Maria Antonia le fue aún peor, porque ella sí notó el cambio aún mas que Ferrero, y se atrapó en sus dudas y cayó ante la italiana Francesca Schiavone, por un durísimo 6-0 y 6-0, la primera bicicleta del año del circuito, y en tan sólo 42 minutos.

Durante los dos primeros sets del partido contra Kiefer, Ferrero poco pudo hacer. La seguridad del germano, su mejor adaptación a una pista cubierta se hizo notar de inmediato. Por más que Juanqui golpeaba con furia, el frontón Kiefer funcionaba a la perfección. Además sacaba con un porcentaje de acierto increíble y su resto, anticipándose siempre, inquietaba en exceso al valenciano.

Pese a que en el primer juego del tercer set Ferrero notó problemas con los abdominales, no se entregó, lo ganó, pero en el cuarto no resistió y cayó ante el germano.