La Primera división italiana de fútbol vivió ayer una jornada con dos caras: casi la mitad de los partidos se jugaron a puerta cerrada, otro sólo con abonados del equipo local en las gradas y el resto con unas puertas abiertas más de forma teórica que real. Además, fue el día del debut de Ronaldo con el Milan.

La vigésimo tercera jornada, la primera tras el parón decretado por el triste fallecimiento hace dos viernes del inspector de policía Filippo Raciti, en el Catania-Palermo, ha resultado atípica debido a las nuevas normativas sobre seguridad y prevención de actos violentos.

Todos los partidos comenzaron a la misma hora y, al margen de los resultados, los protagonistas han sido los aficionados, bien por su limitada presencia en algunos casos, bien por su total ausencia en otros. Por fortuna, en ambas circunstancias los "tifosi" no han sido protagonistas por hechos de violencia.

Los partidos jugados con público fueron Cagliari-Siena, Palermo-Empoli, Roma-Parma, Sampdoria-Ascoli y Torino-Reggina, todos ellos en estadios que cumplen las normas recogidas en el decreto Pisanu 2005 y cuya aplicación, el pasado miércoles, fue aprobada en consejo extraordinario de ministros.

Dos años y tres muertes después en el "calcio", se acabaron las prórrogas y se certificó la aprobación de algo que ya debería haber estado en vigor.

A estos partidos con público se unió a última hora, y sólo a medias, el Milán-Livorno. Unicamente entraron los abonados milanistas, tras la instalación en los dos últimos días (noche incluidas) de una serie de tornos de control en las zonas donde se debían ubicar estos aficionados.

La pregunta resulta obvia: si se han tardado sólo dos días en poner los tornos, ¿por qué no se instalaron durante los dos años anteriores? Además de que el permiso a los abonados milanistas ha levantado protestas en otros clubes obligados a jugar sin público.

Ronaldo

Mientras, cuatro años y nueve meses después de su último partido en la Primera división italiana de fútbol, entonces como jugador del Inter, el brasileño Ronaldo regresó ayer victorioso al calcio , ahora en el Milán en el partido liguero contra el Livorno.

El debut de Ronaldo como milanista en terreno propio, con el número 99 en la camiseta, ha tenido lugar en el minuto 62, sustituyendo a su compatriota Ricardo Oliveira, con el marcador en empate (1-1).

La última aparición de Ronaldo en el fútbol italiano databa del 5 de mayo de 2002, en un Lazio-Inter de Milán de triste recuerdo para él, pues en ese partido el conjunto interista perdió y, con ello, se le escapó un título que tenía en sus manos.

Ayer saltó al campo justo cuando el reloj marcaba las 16.23 hora local (15.23 gmt), cuando se llevaban 62 minutos de juego, y curiosamente en el lugar de un Oliveira que fue fichado el pasado agosto en su lugar tras no aceptar entonces el Real Madrid la oferta de unos 18 millones de euros que el Milán ofrecía este verano.

Durante la media hora que estuvo sobre el césped de un "Giuseppe Meazza" en que jugó un centenar de partidos oficiales como interistas, Ronaldo no anotó pero dio suerte a su equipo: el Milán anotó el decisivo 2-1 apenas seis minutos después de su ingreso, con un gran tanto del checo Jankulovski.