Cuando eras pequeño y te bajabas a jugar a la calle un partido de baloncesto o fútbol con los amigos, lo habitual era que para sortear la peor portería o quién sacaba se echara una moneda al aire eligiendo cara o cruz. Era muy importante ganar este sorteo ya que debido a la irregularidad de los ´terrenos de juego´ de entonces, si perdías te podía tocar atacar cuesta arriba, o meter en la portería más pequeña, con lo que la elección de cara o cruz podía resultar definitiva en el devenir de tan importantes encuentros. Muchos chavales eran unos auténticos maestros a la hora de lanzar la moneda al aire y pasaban el día entrenando el gesto dándole la fuerza, intensidad y ritmo necesario para que las posibilidades de salir tu elección fueran más altas.

En esas están Aranzana y el bueno de Segalás, buscando la manera de que el equipo consiga dar la cara en el mayor numero de partidos que le quedan por disputar. Ya van unas cuantas semanas en las que hablamos de la necesidad de encontrar la regularidad en nuestro juego, pero esto, a la altura de temporada en la que nos encontramos ya, va a ser muy complicado. Cada semana vemos ejemplos de ello, no solo en nuestro equipo cuando viaja fuera de nuestra ciudad, sino también en la propia liga, en la que un equipo como Burgos pierde con el penúltimo después de haber tenido una racha de 10 partidos seguidos ganados.

Conseguir dar la cara y ganar el mayor número de partidos posibles de aquí al final de temporada regular se me antoja importantísimo de cara a los ´playoffs´, en los cuales no tengo duda de que estará el Cáceres 2016 por plantilla, juego y estado de forma del resto de equipos de la liga. El objetivo a perseguir sería eludir la octava y novena posición que forzarían un cruce terrible ante uno de los dos gallos (CAI, Melilla) o presumiblemente ante un equipo tan fuerte como La Laguna en su casa. Para ello tenemos que intentar ganar el ´lanzamiento de moneda´ cada encuentro o, lo que es lo mismo, intentar que la moneda solo tenga una cara, la de la victoria.