España se agarra a la marcha atlética para mejorar su balance en los Mundiales de atletismo de Londres. Y dentro de esa especialidad hay dos extremeños: el llerenense Álvaro Martín y el dombenitense Iván Pajuelo. Ambos competirán mañana, aunque en pruebas distintas: los 20 y los 50 kilómetros, respectivamente.

Los focos se los lleva indudablemente Martín por su condición de ‘tapado’ en su distancia. O quizás no tan ‘tapado’: es campeón de España y llega con mejor marca que uno de los favoritos para el triunfo final, el actual campeón del mundo Miguel Ángel López.

Según sostiene Martín, lo que busca en la capital británica no es una meta concreta, sino sacar su «mejor versión», recoge Efe. Del podio no quiere hablar demasiado y lo máximo que se le saca es un «a ver si es verdad que este es mi año».

«Hemos trabajado con el psicólogo Pablo del Río, el mismo de Carolina Marín y Feliciano López. Los 20 kilómetros son una prueba larga y hay momentos de bajada del cuerpo. Entonces es cuando hay que saber administrar el dolor, saber gestionarlo», comenta.

Experiencia no le falta. A sus 23 años ya ha participado en dos Juegos Olímpicos (abandonó en los de Londres 2012 y fue vigesimosegundo en Río) y en dos Mundiales (vigésimo cuarto en Moscú 2013 y decimosexto en Pekín 2015).

«Vengo en la mejor forma de mi vida y hemos trabajado sobre el plan de una carrera lenta hasta el kilómetro 15 y muy rápida en los últimos cinco. Tapados hay muchos, no hay que fiarse del ránking. Tengo 23 años y ya hace cinco que debuté con la elite», explica.

Para estos Mundiales no ha hecho concentración de altura. «Hemos estado en León, que tiene unas características de humedad más parecidas a las de Londres y está casi a mil metros, en altitud si lo comparamos con esto. Hemos preferido adaptarnos al clima, más que trabajar en altitud, porque vivo en Madrid, que es demasiado seco», destaca.

Pasión dombenitense

Menos esperanzas levanta, pero el mismo entusiasmo lleva, el dombenitense Iván Pajuelo. Tiene la misma edad que Álvaro Martín, pero su lucimiento a nivel internacional ha sido menor. Esta es su primera gran cita al aire libre. Sin embargo, ha sabido encontrar su mejor estado de forma para primero asegurar su presencia en Londres y después afrontar la cita con garantías. La propia naturaleza de una carrera de 50 kilómetros la hace imprevisible y su marca de 3 horas, 56 minutos y 47 segundos, lograda el pasado mes de mayo en la Copa de Europa --en la que fue décimo-- le faculta para soñar. En todo caso, la experiencia que está acumulando estos días le quedará siempre, con el objetivo de convertirse en un habitual de las convocatorias federativas.