El Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a dos meses de cárcel a tres de los jóvenes que protagonizaron algunos de los incidentes más graves ocurridos al término del partido en el que la UD Las Palmas y el Córdoba se jugaban el ascenso a Primera. La sentencia se dicta por conformidad, después de que Mikel Jesús R.S, de 18 años; Elliot A.S., de 18; y Cristian Ramón V.A., de 25, se reconocieran culpables ante el juez de un delito de perturbación del orden público y aceptaran la pena propuesta por la Fiscalía. Los tres tendrán prohibido acudir al estadio de Gran Canaria durante un año y Elliot A.S. deberá pagar una multa de 78 euros por haber dado una patada al jugador del Córdoba Sergio Mendigutxía.

Los protagonistas de esta sentencia fueron las primeras personas identificadas por la Policía tras los graves incidentes acontecidos el pasado 22 de junio en el estadio de Gran Canaria, cuando decenas de aficionados -algunos de ellos procedentes de la calle- saltaron al terreno de juego y provocaron que se detuviera el partido.

En ese momento, la UD Las Palmas ganaba 1-0 al Córdoba y tenía el ascenso en su mano, a falta de 90 segundos. La situación estuvo a punto de provocar la suspensión del choque y obligó al propio presidente del Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, a bajar al césped a pedir al calma, consciente de que una decisión arbitral de ese tipo podía acarrear la pérdida del encuentro y del ascenso. El juego se reanudó, el Córdoba empató y el sueño de Las Palmas de volver a Primera se esfumó, lo que provocó que más aficionados aún saltaran al campo y se produjeran incidentes, como agresiones a jugadores y vigilantes de seguridad o lanzamiento de sillas.

Una conducta violenta y amenazadora

La sentencia, que adelanta 'La Provincia' y a la que ha tenido acceso Efe, determina que los protagonistas de esos incidentes cometieron un delito de perturbación del orden público y subraya que, con su conducta "violenta" y "amenazadora", provocaron "el temor, la inquietud y la preocupación de la inmensa mayoría de las aproximadamente 30.000 personas que estaban presenciando el partido en el mismo estadio, además de las miles de personas que lo estaban viendo o escuchando por los medios de comunicación".

La Fiscalía concentró su acusación en los protagonistas a los que se pudo identificar, para los que inicialmente solicitó año y medio de cárcel, en vista de la conmoción social y la alarma que esos hechos habían originado en la ciudad y en el mundo del fútbol. Sin embargo, durante la vista oral, celebrada el pasado jueves, el Ministerio Público rebajó su solicitud de penas ante el reconocimiento de los hechos por parte de los acusados y su disposición a aceptar las condenas por perturbar el orden público.

Los tres acusados admiten no solo que saltaron al campo y se unieron a los altercados, sino también que participaron activamente en conductas graves: Elliot A.S. admite que golpeó a un jugador del Córboda, Mikel Jesús R.S. confiesa que intentó dar una patata a un trabajador de seguridad y Cristian Ramón V.A. asume que hostigó y coaccionó a dos vigilantes de la empresa Seguridad Canaria. Ninguno de los afectados por esos hechos ha presentado denuncia ni ha exigido responsabilidades..