En 50 años de historia sólo se ha ganado una Copa de Europa y fue contra el Sampdoria, que ahora está en Segunda División". Podría ser un comentario de cualquier aficionado de cualquier equipo. La firmaría un madridista orgulloso por los nueve trofeos que relucen en el Santiago Bernabéu; un españolista recalcitrante, un hincha del Betis, del Atlético, del Valencia. Pero no es así. El autor de la frase es Joan Gaspart, el mismísimo presidente del Bar§a, y la pronunció el pasado domingo por la tarde.

Los artífices de la noche más gloriosa del club barcelonista se van reponiendo, poco a poco, de la sorpresa, del estupor, de la irritación en la mayoría de los casos que les causó escuchar semejante expresión. Especialmente por venir de Gaspart, que entonces era el vicepresidente primero de la directiva de Josep Lluís Núñez. "¿Ya no se acuerda de que saltaba como un loco en el palco y se remojó en el Támesis con el bañador de los Picapiedra?", se pregunta indignado Hristo Stoichkov desde Miami, donde celebra las fiestas huyendo de los 25 grados bajo cero que asolan Chicago.

UN BAÑO DE MADRUGADA La voz del delantero búlgaro, uno de los pocos del dream team que aún sigue en activo, retumba a través del teléfono. Su enfado crece al recordar la efusiva celebración del dirigente. Gaspart mandó llamar seis taxis a las cuatro de la madrugada. Convocó a los periodistas para que inmortalizaran su baño en el río londinense.

"Voy a ignorarle, porque yo luché como un cabrón por ganar la Copa de Europa y él no", afirma Stoichkov recordando la mejor noche de su vida. Pudo haber sido el autor del gol del triunfo, pero un poste lo frustró. El honor le correspondió a Ronald Koeman, en el minuto 112, al transformar una falta. "El Sampdoria tal vez sea un segunda italiano, pero el dream team lo venció y conquistó la única Copa de Europa. Con él de presidente, el Bar§a ha perdido con el Figueres y el Novelda", apunta.

Julio Salinas celebra las fiestas en Bilbao. El delantero es la antítesis de su excompañero. Trata de comprender a Gaspart y enmarca sus declaraciones en el estado de nerviosismo que sufre. "Quiero pensar que quiso decir que no está obligado a conquistar el título porque sólo se ha ganado una vez en cien años", le disculpa Salinas, que opta por un discurso completamente distinto. Si el presidente minimizó el éxito, Salinas lo revaloriza. "Todos los equipos pasan por ciclos", afirma, "pero entonces era un equipazo, un rival temible, porque jugó tres finales europeas en cuatro años y dos las perdieron contra nosotros".

Salinas establece una comparación con el Bayer Leverkusen, el finalista de la última edición que cayó frente al Real Madrid: "Ahora no tiene nada que ver con el de Glasgow y quién sabe si dentro de unos años es una banda o baja a Segunda".

Txiki Begiristain suscribe la misma tesis. El descenso del Sampdoria no es un detalle que minimice el éxito. "El Milan también estuvo en Segunda y tiene más Copas de Europa que nosotros", afirma.

LA TRISTEZA DE CRUYFF

El forjador del dream team se lo toma con filosofía. Johan Cruyff está acostumbrado a escuchar alusiones, a veces peyorativas, sobre los éxitos que logró el grupo que dirigía.

"Es muy triste pero parece que tanto Núñez como Gaspart reniegan de aquel equipo y de todos los títulos que consiguió", afirma Cruyff. Durante su mandato (1988-96), se conquistaron cuatro Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España, una europea, una Copa de Europa y una Recopa.

"El dream team tiene todo el respeto y el reconocimiento, no sólo de los barcelonistas, sino del mundo fútbolístico", subraya el extécnico, quien cree que los dos presidentes de las últimas décadas "no podrán borrar ni desprestigiar el recuerdo que dejó el equipo".

"¿A alguien se le ocurre pensar que Florentino Pérez esté tres años sin ganar nada y luego diga que no reconoce las cinco primeras Copas de Europa del Madrid porque eran en blanco y negro?", se pregunta Salinas.

Mientras, Pep Guardiola y Andoni Zubizarreta optaron por el silencio consultados por las declaraciones del presidente.