PLASENCIA GALCO: Tony Tate (20), Jorge Lledó (9), Francis Perujo (10), Neigel Waytte (11), Ville Kunisto (12) --cinco inicial-- Mario Plata (-), Almeida (-), Braña (3), Alberto Rodríguez (8), Salsón (2) y De la Rosa (-).

CIUDAD DE PALENCIA: Déniz (3), Castro (21, Roccia (10), John Floyd (13), Frost (6) --cinco inicial-- Mugita (6), Blackshear (3), Llorente (6), Aramburu (15), Juan Pedro García (-).

MARCADOR POR CUARTOS: 16-19, 35-37 (descanso), 54-67 y 75-83.

ARBITROS: Torrero y Redondo. Eliminado: Aramburu.

INCIDENCIAS: Segunda jornada en LEB-2.

El Plasencia consumó anoche su segunda derrota en el regreso a la LEB-2. Con un juego aún sin definir y sin defensa alguna y con un baloncesto pobre, perdió frente a un gran rival, el Palencia, que de paso se pone en lo alto de la tabla.

Con demasiada velocidad afrontaba el equipo local el inicio del encuentro, en el que los ataques superaban siempre a las defensas y con un tanteo muy igualado en el electrónico. El tiempo muerto solicitado por Pablo Alonso en el minuto 6 serviría más para dar una tregua al partido que para instrucciones tácticas a sus jugadores. Con 16-19 concluía el primer acto.

En el segundo parcial, continuaba el carrusel de rotaciones de Iván Déniz, el técnico local, con el joven Mario Plata dirigiendo al equipo. Mientras, los castellanos aprovechaban la coyuntura para marcharse por diez en el luminoso (min. 13, 16-26) y los locales aún sin estrenarse en este periodo. Tras el tiempo muerto del canario, se continuaba por los mismos derroteros: un correcalles, con los palentinos beneficiados. Los visitantes mantenían sin dificultades la decena de puntos. Con más corazón que cabeza, los placentinos casi equilibraban al descanso (35-37).

SEGUNDA PARTE Tras la reanudación, más de lo mismo. Los locales tan sólo habían anotado cuatro puntos en cuatro minutos, lo que de nuevo aprovechaba el Palencia para abrir una brecha de nuevo de diez puntos (39-49, min. 24). El primer triple del Plasencia llegaría a cargo de Jorge Lledó tras 12 intentos fallidos. El ataque estático no parecía existir para los de Déniz, al tiempo que la defensa seguía haciendo aguas hasta encajar 30 puntos en el tercer cuarto, marcando máximas rentas al concluir el tercer cuarto (54-67).

El último cuarto comenzaría aumentado la ventaja visitante. A los palentinos les bastaba mantener las posesiones para mantener diferencias (59-72, min. 34). Las malas selecciones de tiro exterior de Perujo y Lledó facilitaban las cosas a los visitantes. El Plasencia sólo anotaba en acciones personales. Los últimos minutos sólo servirían para certificar la derrota de un equipo con muchísimas dudas.