Real Madrid y Liverpool, dos gigantes de Europa, cruzan sus caminos por primera vez en la historia en una eliminatoria de Liga de Campeones, en los octavos de final, en dinámicas opuestas, con Juande Ramos con todo su arsenal disponible y Rafa Benítez pendiente del estado de su líder, Steven Gerrard.

Un duelo a muerte entre dos equipos que suman 14 Copas de Europa (9 para el Real Madrid y 4 del Liverpool) y que deja detalles para la historia por cada uno de los personajes participantes. La maldición de Fernando Torres, que nunca ganó a su eterno enemigo; el regreso a la casa que le formó de Rafa Benítez; la lucha táctica de dos entrenadores metódicos; o el idilio con el gol de Raúl González, el máximo artillero de Europa.

El día del sorteo de los octavos de final, el emparejamiento con el Liverpool cayó como un bomba en un vestuario, el blanco, que se agarraba a la opción de brillar ante un grande para recuperar la autoestima perdida. Dos meses después todo ha cambiado. La reconstrucción que ha realizado Juande Ramos, hace que el Real Madrid encare la eliminatoria con el convencimiento de sus posibilidades para alcanzar los cuartos de final.

En la casa blanca ya no se habla de plaga de lesiones, poca pegada ni de endeblez defensiva. Las nueve victorias consecutivas que ha encadenado en Liga y la brillantez de los dos últimos encuentros (goleadas ante Sporting, 0-4, y Real Betis, 6-1), han generado en el vestuario madridista la confianza de poder derribar a cualquier rival y aspirar a conquistar Liga y Champions.

Pese al historial de Real Madrid y Liverpool, los dos clubes sólo se han enfrentado en una ocasión. Fue hace ya 28 años (el 27 mayo 1981) en una final de Copa de Europa en París que cayó de lado inglés (1-0). Desde el 2005, además, el Real Madrid no pasa de los octavos de final en Liga de Campeones.