No hay partido en el Francisco de la Hera donde el sufrimiento no haga acto de presencia. Esta vez fue el extremo, el más agudo de sus versiones, pero por fin con un sabor dulce para sus aficionados. Rondaron los desfibriladores cerca de las bocanas del coliseo azulgrana, pero la fe de Willy, el empuje de Cristóbal Gil y el oportunismo de Miguel Rubia en el último suspiro del descuento desataron la locura en el segundo tanto que cerraba el partido y tres puntos de oro para el Extremadura, que a tres jornadas del final sigue en puesto de promoción para la permanencia, pero con cuatro puntos de ventaja sobre el descenso directo, es decir, un colchón que puede ser determinante de magen.

Fue mejor el Extremadura que el Marbella y superó en casi todas las facetas del juego al rival, aunque le costó cerrar el partido. Salió enérgicamente decidido a por el triunfo desde el primer minuto. De hecho, su primera jugada de ataque acabó en penalti. Conectaron los tres mosqueteros de toda la temporada, Pierre, Javi Pérez y Willy. Entre los tres cocinaron una jugada que acabó tocando en la mano de un defensa y llevó el balón al punto de penalti. Willy, valiente como nadie, tomó la responsabilidad, pero su golpeo débil lo adivinó de lado el cancerbero Manu para atajar la bola. Tocaba seguir picando piedra.

Y eso hizo el Extremadura. Picar y picar. Poco después del penalti, un centro de Pierre no lo remató Willy con todo a su favor dentro del área. Los fantasmas del pasado revoloteaban por la cabeza del nueve, pero su carácter de guerrero le hicieron sobreponerse una vez más. A la tercera, no perdonó. Javi Pérez peleó hasta la extenuación un balón en la banda, cedió para Carlos Rubén y el centro del sevillano, que parecía una poesía maravillosa en el dia del libro, la leyó perfectamente Willy en el segundo palo. Su remate, marcando los tiempos, alojó el balón al fondo de las mallas para adelantar al Extremadura.

Se sobrepuso el Marbella al gol marcando cerco a la portería de Doblas, pero tanto el portero como su defensa volvieron a evidenciar que la retaguardia es la mejor arma de este equipo. Pudo Pierre y Willy poner más margen al electrónico, pero faltó acierto rematador.

En la segunda parte, el Marbella tumbó el partido al campo del Extremadura y tocó sufrir una eternidad. Eso sí, a la contra, los azulgranas desperdiciaron grandes ocasiones de gol. Las más claras. Perera, que se doctoró en el centro del campo, hilvanó una jugada individual con asistencia a Willy que el nueve perdonó delante de Manu. Luego perdonó otro mano a mano Pierre. Y después, Ze Turbo mandó al laguero un balón dentro del área que enmudeció el estadio. Enrabietado, en el último suspiro, el Extremadura reventó a su rival a base de coraje y en la última, Miguel Rubia, puso el delirio para un afición que cree en la salvación.

3Extremadura: Doblas; Aitor, José Rodríguez, Zamora, Currais, Fall, Perera (Cristóbal, min.76), Carlos Rubén (Miguel Rubia, min.64), Javi Pérez, Pierre (Hume, min.86), Willy.

3Marbella: Manu; Carlos Julio, Nevado (Luis, min, 89), Tiri, Danilo, Lolo (Ebu, min.68), Asier (Okoye, min.86), Petcoff, Zé Turbo, Kike Márquez, Joseba.

3Goles: 1-0, Willy, min. 15; 2-0, Miguel Rubia, min. 93.

3Árbitro: Moreno Aragón (Madrid). Amonestó a los visitantes Danilo y Tiri.

3Estadio: Francisco de la Hera.

3Espectadores: 7.000.

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