El primero de los seis domingos taquicárdicos que le esperan al fútbol extremeño tuvo un balance profundamente ambiguo: no perdió ninguno de los cuatro representantes que el grupo XIV envía a las trincheras de la fase de ascenso a Segunda B, pero solamente uno de ellos ofreció buenas sensaciones y se llevó la victoria. El Villanovense confirmó lo que ya había avisado en los dos últimos meses --en los que ganó a Cerro y Cacereño-- y pasó por encima del Teruel. 2-0 hasta puede considerarse un resultado escaso para los méritos de unos y otros y la diferencia que hubo sobre el césped del Romero Cuerda, pero si la tónica es la misma en la vuelta, los de Domingo Suero pueden ir pensando tranquilamente en la segunda ronda.

Fueron los serones los grandes vencedores de la jornada, unos cuerpos por delante de los demás, que firmaron empates de distinta lectura. Obviamente, más valor tiene el del Cacereño en el estadio del Yeclano (0-0), por mucho que los de Angel Alcázar fueran dominados durante buena parte del choque y al portero Josete se le acumulase el trabajo. Es de esperar que dentro de seis días en el Príncipe Felipe, con ambiente ferial y conjura entre equipo e hinchada incluidos, la tortilla cambie de lado y se dé el primer paso para el regreso del equipo verde a una categoría que perdió hace ya cinco años.

MAS OSCURO Mucho peor es que te igualen en casa, porque luego ganar fuera es muy difícil. Solo hay que ver el mínimo porcentaje de victorias visitantes que se han producido en las fases de ascenso a Segunda y Segunda B este fin de semana.

Motivos tiene para sentirse decepcionado el Cerro de Reyes. El inmenso tesoro que supone con el nuevo sistema de la fase el hecho de proclamarse campeón de grupo lo pueden estar desperdiciando los pacenses. El Varea demostró que pesan más sus buenos números que el hecho de provenir de un fútbol teóricamente asequible en cuanto a calidad como el riojano y tuvo fe para contrarrestar el tanto de Jaime. La jugada del 1-1 ofreció las habituales dosis de polémica tan familiares en estas fechas con un posible fuera de juego, pero quedan 90 minutos en los que, lamentablemente, el Cerro de Reyes no podrá empezar de cero, ya que el resultado inicial le elimina. Golo, Pierucci y los demás cañoneros pacenses tendrán que estar más afinados que nunca.

Similar misión tendrá el Don Benito en Parla. El 0-0 es un mal resultado para afrontar la segunda parte de la eliminatoria, pero siempre puede decirse que podría ser peor. Lo peor fue la escasa peligrosidad que mostraron los delanteros rojiblancos durante todo el partido. La esperanza es que, en la localidad madrileña, con más espacios y sin tanta responsabilidad en llevar el peso del encuentro, se puedan sentir más cómodos y puedan al menos conseguir un tanto que le daría un giro a la situación.