El Hospital San Pedro de Alcántara se convirtió ayer por unas horas en sede improvisada del Cáceres 2016, que unió a sus filas un nuevo hincha de tan sólo unas horas de vida. Se llama Eduardo Cancho Morán y nació ayer a las dos menos cuarto de la madrugada, pesa 3.150 gramos, y es el socio número 1.545 del Cáceres 2016.

Nada más llegar al mundo, el abuelo del recién nacido se apresuró a hacerle socio del equipo de baloncesto de la ciudad. Y es que, Juan Luis Morán Hisado, como se llama el yayo , es socio del Cáceres de toda la vida y antiguo directivo de la entidad cacereña en la década de los ochenta. "Mi ilusión es que sea el futuro base del Cáceres", afirma Juan Luis en la habitación del hospital, mientras se le ilumina la cara admirando a su nieto. La madre, Mamen Morán, le replicó: "¡Yo quiero que sea el pívot!". Sea como fuere, Eduardo Cancho pasará a la historia del Cáceres 2016 como el miembro más joven de la fogosa hinchada cacereña. Y continúa así la senda marcada hace años por sus padres, Mamen y José María, aficionados y socios de toda la vida del club. "Siempre hemos sido socios y la idea del abuelo nos pareció perfecta", afirma el padre. Sin duda, el Cáceres 2016 puede decir que está de enhorabuena.

El embrujo del pabellón Multiusos no sólo alcanza a los más pequeños, los más mayores también disfrutarán del nuevo Cáceres de Oro . Este es el caso de Diego Bejarano Notario, que tiene 85 años y esta temporada animará al equipo de su vida.

Nunca es tarde

"Hay que apoyar al Cáceres en su nueva andadura", declara este entusiasta veterano. A pesar de ser de Galicia --sus padres son carabineros y tuvieron dejar Cáceres para partir cerca de las Rías Baixas--, siempre se ha mostrado cercano al baloncesto y al Cáceres 2016, y su hijo, Andrés Bejarano, le animó a dar el paso: "Andresito es socio de siempre y me empujó a ir con él al baloncesto", dice Diego, que sentirá, por primera vez a sus 85 años, el aliento de la afición en el Multiusos.