El árbitro malagueño de fútbol base Angel Jiménez, creador de la iniciativa ´Deporte sin insultos´, interrumpe los partidos de fútbol en los que pita cuando se falta el respeto a los jugadores, entrenadores o árbitros para educar a quienes están en las gradas y así evitar la violencia en el deporte. En los Juegos Extremeños del Deporte en edad escolar (Judex) se ha intentado conculcar, durante los últimos años, una filosofía parecida. Y es que, en realidad, lo peor del deporte en general --y yo diría que el fútbol en particular-- suelen ser las escenas lamentables de los padres y familiares insultando a árbitros e incluso a entrenadores de los propios hijos. En verdad que hacen falta muchas personas del perfil de Angel Jiménez, pero también se echan de menos iniciativas tendentes a educar a los mayores. El pasado año, la Federación Extremeña de Baloncesto promovió un coloquio en Cáceres con esta filosofía... en el que apenas hubo presencia de progenitores. Una lástima, pues el peligro está latente: ya se sabe aquello de ´de tal palo, tal astilla´.