Turquía: Onan (7), Ilyasova (7), Tunçeri (7), Asik (5) y Turkoglu (16) --equipo inicial--, Guler, Erden (9), Gonlum (4), Akyol, Savas (3), Ermis y Arslan (6).

Estados Unidos: Billups (4), Durant (28), Rose (8), Iguodala (4) y Odom (15) --equipo inicial--, Westbrook (13), Gay (6), Granger, Curry (3), Gordon, Love y Chandler.

Arbitros: Christiano Maranho (BRA), Luigi Lamonica (ITA) y Juan Arteaga (ESP). Sin eliminados.

Marcador por cuartos: 17-22, 32-42, 48-61 y 64-81.

Incidencias: Final del campeonato del mundo de baloncesto disputado en el Sinam Erdem de Estambul ante 15.000 espectadores. En el descanso se hizo entrega de las placas conmemorativas a los nuevos miembros del ´Hall of Fame FIBA´.

EEUU vuelve a dominar de forma hegemónica en el baloncesto. Al título olímpico que alcanzó en Pekín, hace dos años, sumó ayer el título mundial, exhibiendo una superioridad aplastante sobre Turquía, a la que no dio ni la más mínima opción (64-81). Fue un monólogo de principio a fin, con Kevin Durant, elegido como MVP del torneo, volviendo a mostrar su condición de estrella planetaria.

El cambio en el trono mundial, de España a EEUU, es en realidad una vuelta a los orígenes, al país que inventó este deporte, y que no conseguía reinar desde hacía 16 años (desde el Mundial de Canadá-1994), con el segundo dream team .

En esta conquista quien ha tenido un papel determinante es Mike Krzyzweski, el prestigioso técnico de Duke, capaz de llevar a la cima a un equipo atípico, privado de estrellas (sin Bryant, Wade y Lebron James, entre otros), y de centímetros (solo un pívot claro, Chandler) y utilizando apenas ocho hombres. Pero ese equipo ha desplegado un estilo eléctrico y un atleticismo que ha desbordado a todos sus rivales.

Ni siquiera el ambiente infernal del Sina Erdem Arena influyó en el cuadro estadounidense. Tardó poco en bajar la efervescencia de la afición turca. Lo que tardó Durant en calentar su muñeca, porque el alero estadounidense se encargó de responder a cada una de las canastas con las que Turkoglu elevó la esperanza de los anfitriones en el primer cuarto (17-22).

EL MVP, INFALIBLE Todo se le complicó pronto al equipo de Tanjevic, incapaz de igualar el despliegue físico ni la velocidad de su rival.

El control del rebote, sobre todo ofensivo, permitió además al equipo de Krzyzewski corregir sus bajos porcentajes en el tiro exterior. Y, después, en la puntería de Durant dejó el trabajo de ir abriendo brecha, un aspecto en el que la estrella de los Thunder se mostró infalible (28 puntos).

La prueba más evidente de la superioridad estadounidense es que Bogdan Tanjevic, un técnico vehemente, que se pasa los partidos gesticulando, estuvo impasible en el banquillo durante el último cuarto en el banquillo, consciente de que su batalla, la de alcanzar la final del Mundial, ya la había ganado.

Lituania se llevó el bronce contra todo pronóstico, derrotando a Serbia por 99-88 con 33 puntos de Linas Kleiza.